Los gemelos recrean lo que hicieron el día de la muerte de su compañero

O PEREIRO DE AGUIAR (COMPLEXO DEPORTIVO MONTERREI). 25/01/2020. OURENSE. Dos hermanos gemelos agentes de la policía nacional, Roi y Bernardo de Prado Lahoz, están siendo investigados por el homicidio de un compañero (Celso Blanco) que supuestamente se había suicidado. FOTO: ÓSCAR PINAL
La jueza ordenó grabar el recorrido desde su casa a la comisaría y Monterrei

Los hermanos gemelos Roy y Bernardo D.L. volvieron ayer a encontrarse cara a cara con la jueza que investiga si asesinaron a su compañero Celso Blanco el 9 de abril de 2016 en la Comisaría de As Lagoas. Además, en esta ocasión, con un plus de tensión después de que se hubieran querellado contra la magistrada Eva Armesto por seis delitos, en el marco de la tramitación del sumario, un asunto que está pendiente de admisión o no a trámite en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

La instructora ordenó una reconstrucción de sus movimientos el día de la muerte del agente, grabada en vídeo por la UDEV, al objeto de cotejar el recorrido con las geolocalizaciones de los móviles. Los investigados sostienen que no estaban en las dependencias policiales cuando murió Blanco a consecuencia de un disparo en la sien (a las cinco de la tarde). Bernardo mantiene que a esa hora estaba lejos del despacho de la quinta planta -oficina de prensa donde apareció muerta la víctima con una de las armas robadas en 2014 en el búnker policial- ya que había acudido al complejo deportivo de Monterrei, a donde, según su versión, llegó entre las dos y media y tres de la tarde para pasear, aprovechando que hacía muy buen día, y presenciar como otros usuarios jugaban al pádel.

Las antenas de telefonía sitúan su móvil en ese complejo. Posteriormente, sobre las cinco y media, su hermano Roy se desplazó a ese lugar -antes había estado de compras en el centro comercial y recogió el todoterreno en la comisaría pasadas las cinco de la tarde, tal como está acreditado-.  Juntos vieron un torneo desde las gradas y después se marcharon al Pádel Prix, en al calle tres del Polígono de San Cibrao, para ver más partidos.

 La jueza contempla que Bernardo sí pudo estar en la comisaría tras llegar oculto en el vehículo que conducía su hermano y, mientras este último salió a hacer recados, él se quedó dentro del edificio, accediendo a la quinta planta a través de un pasadizo oculto y sin uso. Según esa tesis, Bernardo antes se desplazó a Monterrei en el Peugeot que pertenecía a su padre para dejar le coche y el móvil y su hermano lo fue a recoger, coincidiendo con los espacio temporales en los que el teléfono de Roy estuvo sin cobertura.

El recorrido grabado ayer para cotejar la versión de los hermanos comenzó a las dos de la tarde desde el edificio judicial de O Couto. El primero en subirse a la furgoneta con cristales tintados de la comisión judicial, con la magistrada, el letrado de la administración de justicia, el abogado de los imputados y dos agentes de UDEV a  bordo, fue Roy D.L. Desde la ciudad se fueron a Toén para comenzar a grabar los 17 kilómetros que separan su residencia del edificio policial.

Posteriormente, se subió a la furgoneta Bernardo para hacer el recorrido desde Toén al complejo de Monterrei. Otros tres coches policiales escoltaron a la comisión judicial. Este fue el desplazamiento más largo ya que pasaron por Mugares, Cabeza de Vaca, Finca Fierro, glorieta de A Valenzá, Marcelo Macías, avenida de Zamora, Seixalbo, Benposta Reboredo, Polígono de San Cibrao hasta finalmente llegar a las instalaciones deportivas de Pereiro. En total, 27 kilómetros a una velocidad media de 50 kilómetros por hora debido a las limitaciones técnicas del vehículo utilizado. 

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