Ourensanos en Granada: “La gente pasa la noche en la calle"

Álvaro García, con un vecino, en la calle, tras uno de los temblores.
photo_camera Álvaro García, con un vecino, en la calle, tras uno de los temblores.
Ourensanos en Granada relatan cómo están viviendo estas intensas jornadas de terremotos, con 800 desde principios de diciembre. Es el caso de Álvaro García, de Amoeiro: "Te despiertas cada noche con temblores"

Granada tiembla y con ella lo hacen sus vecinos, que se han acostumbrado a pasar las noches en la calle ante el temor de desprendimientos en sus viviendas. Entre ellos está Álvaro García, un vecino de Amoeiro que reside desde hace años en la capital granadina. El enjambre sísmico ha provocado ya más de 800 temblores desde principios de diciembre en el área metropolitana granadina, sin dar tregua a una población que se mantiene en alerta, especialmente por los cinco terremotos de magnitudes superiores a 4 grados registrados desde el pasado sábado. "Siempre hubo terremotos, pero no con tanta frecuencia y tanta fuerza. Hace 15 minutos hubo uno, ayer por la noche, también", relataba ayer por la mañana. 

“Se mueve todo"

"Te despiertas por la noche, se mueve todo, te levantas por la mañana y se mueve todo… La gente tiene miedo, es algo que no puedes anticipar. El primer día, salimos a la calle la mayoría de gente hasta la una de la mañana. Ahora como no hace tanto frío como hace dos semanas, cuando helaba, se puede estar y mucha gente opta por dormir fuera". 

De momento, no ha presenciado en la ciudad grandes daños materiales, pero sí que en pueblos del entorno, donde ha habido desprendimientos considerables. Álvaro confiesa que, aunque era algo habitual, nadie recordaba esto. "No recuerdo un terremoto tan fuerte ni tres terremotos en una hora. Esta noche me desperté dos veces por dos terremotos a la cinco de la mañana, luego me desperté a las ocho por otro y ya me fui", relata, dando cuenta de una situación que complica el día a día de cualquiera. "Y me bajé al patio con muchos vecinos, otros cogen todo el petate y se van. Unos se van a la playa, otros al campo"...

"Otros optan por no salir"

No el único ourensano que relata la crisis sísmica, aunque algunos decidieron lo contrario que la mayoría: no salir de casa. Es lo que hace Clara Estévez, que estudia en Granada. "La cama se desplazó de la pared y se abrieron las puertas del armario", señala sobre los temblores de primer día. Ella y sus compañeras se quedaron: "Daba la sensación de que los edificios se desplazaban, pero no nos asustamos demasiado". 

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