SANIDAD

Los geriátricos de la provincia concentran el 20% de los casos activos

photo_camera La residencia Nuestra Señora de la Esperanza, en A Farixa, tiene 26 positivos (ÓSCAR PINAL).
Una residencia de la ciudad contabiliza 26 positivos, mientras el virus afecta ya a 13 instalaciones

Las autoridades sanitarias se están encontrando en las residencias de la tercera edad un auténtico desafío para contener el avance del coronavirus, con una situación cada vez más complicada en Ourense, donde ya una docena de geriátricos anotan algún positivo desde que se declaró la pandemia, concentrando el 20% de los positivos activos que registraba este jueves el Sergas en la provincia. Además, seis personas han muerto en estos equipamientos durante esta crisis.

De los 660 casos controlados, 135 tienen relación con las residencias, preocupando especialmente a la Xunta su efecto en los usuarios, al tratarse de pacientes con unas condiciones de salud en muchos casos delicada. La cifra de residentes infectados se situaba en la noche del miércoles (últimos datos ofrecidos por Política Social) en 99, después de descontrolarse la situación en la residencia Nuestra Señora de la Esperanza, en el barrio ourensano de A Farixa, con 26 positivos detectados y ya tres personas fallecidas en las instalaciones.

El geriátrico de la capital, gestionado por la Fundación San Rosendo, coge el testigo de la residencia San Carlos de Celanova como principal foco de preocupación. En la villa celanovesa la situación se descontroló hace casi dos semanas, alcanzando un total de 45 positivos entre los usuarios y 18 entre los trabajadores. La gran mayoría (34) fue trasladada a la residencia integrada habilitada en Baños de Molgas.

En la ciudad de Ourense, además de en Nuestra Señora de la Esperanza, el virus se ha propagado por el centro Divino Maestro (siete casos y un fallecido), la residencia Galisenior (un usuario infectado) y la residencia San José (tres trabajadores).

En el resto de la provincia, la situación es delicada en O Barco, donde la residencia Nuestra Señora de Fátima tiene 12 usuarios y cuatro trabajadores contagiados, o Castro Caldelas, donde continúan aumentando los contagios, afectando ya a siete residentes y tres empleados. Por otro lado, también se han detectado usuarios infectados en O Lecer dos Avoíños, en Coles, DomusVi Pereiro de Aguiar y centro de Ramirás, mientras que solo hay trabajadores contagiados en Alvetus (Avión), Os Gozos (Pereiro de Aguiar) y Porqueira.

Labores de desinfección

Además de extremar al máximo las precauciones separando a los usuarios en cuatro grupos diferenciados para minimizar el riesgo de contagio, las autoridades han tenido que reclamar la presencia de efectivos de la UME para desinfectar las residencias, algo que sucedió a lo largo de los últimos días en centros como el de Celanova o Nuestra Señora de la Esperanza.

En la villa de San Rosendo continúa además la crítica de política. El BNG criticaba este jueves la falta de información que sufren las familias de los usuarios que han sido trasladados a Baños de Molgas o la escasez de personal en el centro San Carlos. Otra de las quejas comunes entre los responsables de los geriátricos es la escasez de material que sufren, reclamando por ejemplo EPIs y la realización de tests masivos. 

Manzaneda mueve usuarios al centro de día para mejorar la prevención

Ante los problemas que están surgiendo en los centros de mayores, responsables y gobiernos buscan soluciones para mejorar la prevención y contener la amenaza del coronavirus. Sucede, por ejemplo, en Manzaneda, donde 10 de los 27 inernos de la residencia de mayores han sido trasladados al centro de día, ubicado justo enfrente y dotado de mobiliario y cocina que hasta la fecha nunca habían sido utilizados.

Los trabajadoras estarán aisladas con ellos en turnos de siete días y en el geriátrico se aumentan a 24 horas los servicios de cada empleado, "buscando que as entradas a e saídas sexan as mínimas posibles", según indicó el alcalde de Manzaneda, Amable Fernández, explicando que la iniciativa "busca separar o máximo os residentes", siguiendo la recomendación sanitaria. La delegada de la Xunta, Marisol Díaz, se ha implicado también en la operación. 

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