El Gobierno planea iniciar en abril la circunvalación norte

El Ministerio de Transportes ultima la adjudicación del primer tramo, entre Eirasvedras y Quintela

Uno de los grandes proyectos demandados en Ourense desde hace lustros atisba ya su desbloqueo definitivo. El Gobierno central ha proyectado para el mes de abril el inicio de las obras de la circunvalación norte de la ciudad, una carretera cuyo germen hay que buscar en los últimos años del siglo XX y que ha sido víctima de un sinfín de retrasos e incumplimientos de plazos.

La documentación aprobada por el Ministerio de Transportes para la licitación de este proyecto contempla que las empresas licitadoras deben tener en cuenta el próximo mes de abril para diseñar el plan de trabajo que permita llevar adelante la construcción de los 1.700 metros del tramo comprendido entre Eirasvedras y Quintela, que deberá estar finalizado en un plazo de 30 meses, por lo que no sería una realidad hasta finales del 2024.

La Dirección General de Carreteras, ente dependiente del ministerio, última en estos momentos el encargo de estos trabajos, con un presupuesto superior a los 28,3 millones (IVA excluido). La mesa de contratación ha abierto ya los sobres con las ofertas económicas de las 17 propuestas que se registraron para hacer la obra, lo que sumado a la puntuación técnica ya realizada con anterioridad deja la culminación del concurso solo a expensas de que se eleve la propuesta de adjudicación para su posterior aprobación.

Abanico de opciones

La magnitud de la obra ha suscitado el interés de las grandes constructoras españolas. Así, no faltan en el listado que analiza el Ministerio de Transportes empresas como Copasa, que concurre en esta caso en una UTE con Ferrovial que ha obtenido la puntuación técnica más elevada Dragados, Comsa, FCC Construcción, Sacyr o Extraco, Acinser y Civis Global, estas tres también en una alianza específica para esta actuación.

Esta UTE ha ofertado, según ha publicado el Gobierno en su portal de contratación, la oferta económica con una baja más elevada respecto al precio de licitación, reduciéndolo un 19,1% hasta los 22,9 millones. Los técnicos deben decidir ahora si todas las propuestas se ajustan a los criterios establecidos del pliego y no hay bajas temerarias para, a continuación, elegir la empresa adjudicataria, comprobar la documentación y firmar el contrato.

En paralelo, el Gobierno central tiene también a punto el contrato de control y vigilancia de las obras, licitado por algo más de 1,1 millones (IVA excluido), que complementará el principal.

Asimismo, hace ya meses que se publicó el listado de bienes y derechos afectados por la obra del tramo Eirasvedras-Quintela de la circunvalación norte, para cuyas expropiaciones se reserva una partida económica superior al millón de euros.

Larga espera

La documentación colgada por el Ministerio de Transportes en la licitación del proyecto da buena cuenta del largo camino que se ha recorrido hasta llegar a la actualidad y atisbar ya en pocos meses el inicio de las obras de la circunvalación norte. La orden de estudio de la carretera se firmó en 2007, pero no fue hasta febrero de 2019 cuando se culminó la redacción el proyecto del trazado, aprobado en abril de ese año.

La necesidad de una auditoría de seguridad vial supuso un nuevo inconveniente que sortear y que retrasó hasta el pasado mes de octubre el anuncio definitivo de licitación. Ahora,  parece que sí se ve definitivamente la luz al final del túnel.

Un tramo de solo 1,7 kilómetros, pero clave para potenciar el Miño

La obra que arrancará en la primera mitad de 2022 no contempla la totalidad de la circunvalación norte de Ourense, al ser únicamente los 1.700 metros que separan Eirasvedras de Quintela -faltarían otros cuatro kilómetros aún en tramitación hasta el enlace de A Casilla, pero sí será especialmente útil para la ciudad, tanto para la movilidad al descargar de tráfico el casco urbano como sacar provecho a las riberas del Miño. La circunvalación norte está también concebida como el primer tramo de la A-56 entre Ourense y Lugo.

La entrada en servicio del recorrido ahora en licitación será posible con una rotonda provisional que enlazará con la actual salida por la N-120, que pasará a ser de doble sentido, y permitirá liberar de vehículos el actual ramal de entrada junto al Miño, posibilitando así que el Concello de Ourense acometa la obra del bulevar termal, una vía proyectada hace años en la que se restringiría la velocidad a 30 kilómetros por hora y se habilitarían carril bici, plazas de aparcamiento y zonas arboladas, consiguiendo un entorno mucho más humano y más propio de las riberas del río.

Por lo que respecta al tramo Eirasvedras-Quintela, este arrancaría en la actual salida norte de la A-52. El proyecto contempla como actuaciones singulares un viaducto sobre la N-120 y la línea ferroviaria Monforte de Lemos – Vigo (viaducto de Quintela), un nuevo puente sobre el Río do Porto y dos pasos inferiores, uno bajo el tronco y otro bajo uno de los ramales del enlace de Quintela, que permitirá el cruce de este ramal sobre el ferrocarril.

Te puede interesar