Vertidos en el río Barbaña

El Gobierno solo gastó 1.500 euros en el proyecto del saneamiento del Barbaña en 2022

Actual depuradora de San Cibrao das Viñas. (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera Actual depuradora de San Cibrao das Viñas. (XESÚS FARIÑAS)
El saneamiento integral del río Barbaña, única alternativa a los vertidos, sigue atascada en la fase ambiental sin financiación del Gobierno

El proyecto de saneamiento del río Barbaña sigue completamente atascado en la evaluación ambiental y desde el año 2018 apenas registra avances. Y lo más preocupante es que de no empezar a ejecutarse antes del 31 de diciembre de 2023, se perderían los 15 millones de euros que cofinanciará la Unión Europea. 

Es tal el atasco para poner en marcha esta renovación integral que las cifras de inversión en el proyecto (que ronda los 30 millones de gasto) en el ejercicio presupuestario de 2022 podrían sonrojar a cualquiera. En una respuesta enviada por el Gobierno a los senadores del Partido Popular hace unos días, se reconoce que en todo el año pasado solo se habían invertido 1.566,95 euros en el proyecto en papeleo y fotocopias “para la preparación de una documentación a solicitud de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia”. 

El proyecto de finalización del saneamiento del río Barbaña y mejora de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de San Cibrao das Viñas continúa en fase de tramitación ambiental, “trámite preceptivo y vinculante”, aclaran en el Gobierno, que está realizando el órgano ambiental competente: la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico. 

Un proceso enquistado

Mientras siga sin salir de los cajones de ese departamento la luz verde a la evaluación ambiental, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil no puede sacarlo a concurso, pese a que su presidente, José Antonio Quiroga, prometió a inicios del pasado año que se licitaría antes de finalizar 2022.

“El procedimiento de licitación de las obras está supeditado a la resolución de la tramitación ambiental”, insisten desde el Gobierno central.

Retraso tras retraso de una ambiciosa iniciativa que no levanta cabeza

El proyecto fue sometido a información pública el 18 de noviembre de 2021. Dos meses después la Hidrográfica deslizaba que el proyecto ya cogía velocidad y que esta obra era cuestión de meses, pero la documentación para la evaluación ambiental no llegó hasta verano de 2022. Este solo fue uno de los retrasos que ha tenido este procedimiento.

El Gobierno se amparó previamente en que el Concello de San Cibrao das Viñas debía retocar el Plan Xeral de Ordenación Municipal para recoger una nueva dotación comercial, y antes, en septiembre de 2019, hubo que modificar el proyecto original al reclamar el Gobierno una evaluación más exhaustiva tras un error  a la hora de ubicar la nueva depuradora, que había denunciado entonces el propio Concello. 

Retraso tras retraso

Entonces, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) se vio obligada a adjudicar un nuevo contrato, que se formalizó el 23 de octubre de 2020 y que debería estar rematado en febrero de 2021, pero también sufrió retrasos al solicitar una prórroga la consultora. 

Toda esta cadena de retrasos ha generado que el plan inicial que había dado el Gobierno para tener completado el saneamiento en 2023 haya pasado a la historia.

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