La residencia de Os Gozos, celebró ayer el homenaje a seis mujeres que han sobrepasado el siglo de vida. La fundación San Rosendo organizó una fiesta de cumpleaños conjunta en la que no faltó la música, los regalos y una gran tarta.
Seis mujeres de la residencia de Os Gozos, perteneciente a la fundación San Rosendo, han rebasado el siglo de vida. Dolores Lamelas, la más longeva del grupo, acaba de cumplir los 108 años y se conserva muy bien. Amelia Prieto y Teresa Blanco superan los 100 años, Benita Domínguez y María Cid han alcanzado el siglo de vida y María González se encuentra a punto de unirse al grupo de centenarias. Por este motivo y para conmemorar sus largos años vividos, la fundación San Rosendo homenajeó ayer a las seis abuelas y les ofreció un día de fiesta de cumpleaños conjunto, que no disfrutaron sólo ellas, sino también el resto de los asistentes.
Las protagonistas de las jornada fueron obsequiadas con ramos de flores, regalos y una gran tarta. Tampoco faltó la música a cargo de una charanga que animó la tarde y que permitió a los ancianos y asistentes disfrutar del baile. También celebraron una eucaristía. Estas mujeres, a las que todavía les queda mucha vitalidad, estuvieron en todo momento acompañadas de familiares y amigos.
María José Penedo Pérez, directora y médica del centro, explicó que la medicina ayuda a la conservación de estas mujeres, pero el mérito lo tienen ellas, su genética, ya que provienen de familias muy longevas. En el caso de Dolores Lamelas (108 años), casi nunca coge enfermedades y se encuentra muy bien de la cabeza, según explicó la directora de la residencia.
Este acto llenó de ilusión a las mujeres al contar con la presencia sus familiares.
Las protagonistas de las jornada fueron obsequiadas con ramos de flores, regalos y una gran tarta. Tampoco faltó la música a cargo de una charanga que animó la tarde y que permitió a los ancianos y asistentes disfrutar del baile. También celebraron una eucaristía. Estas mujeres, a las que todavía les queda mucha vitalidad, estuvieron en todo momento acompañadas de familiares y amigos.
María José Penedo Pérez, directora y médica del centro, explicó que la medicina ayuda a la conservación de estas mujeres, pero el mérito lo tienen ellas, su genética, ya que provienen de familias muy longevas. En el caso de Dolores Lamelas (108 años), casi nunca coge enfermedades y se encuentra muy bien de la cabeza, según explicó la directora de la residencia.
Este acto llenó de ilusión a las mujeres al contar con la presencia sus familiares.
