Crónica

La grúa del Casco Vello se despide con división de opiniones

Tras 11 años de reclamaciones y denuncias, los vecinos de la calle Pelayo celebran la retirada de la maquinaria. Pero Amigos das Cegoñas remarca: "Ahí había un nido de cigüeñas, ¿qué va a pasar cuando vuelvan?".

La grúa de la calle Pelayo, en pleno Casco Viejo de la ciudad, se despide de los vecinos después de 11 años. En la mañana de ayer, los operarios se encargaban de desmontar la maquinaria, tras multitud de críticas y multas –en 2016 ya acumulaba más de cuatro mil euros en sanciones–. 

La alegría de muchos vecinos choca con la preocupación de Amigos dos Cegoñas, que recuerda la difícil situación de Auria y Ramón, la pareja de aves que anidó el pasado mes de febrero en la grúa. Nancy Blanco, portavoz de la asociación, se reunió el pasado mes de agosto con la Concejalía de Medio Ambiente para tratar el tema y buscar posibles alternativas, como plataformas adecuadas para el nido. "En el PERI nos dijeron en su momento que no había constancia de que la grúa se fuese a desmontar, y ahora, de repente, tenían licencia desde hace un año", se queja Blanco. Cuando las cigüeñas vuelvan –si son invernantes lo harán en las próximas semanas, si no, a partir de diciembre– tendrán que buscar otro lugar donde anidar, y Blanco advierte las dificultades y los posibles problemas de convivencia. "Estas aves no nos necesitan para sobrevivir, pero sí somos responsables de muchas cosas que las pueden dañar", reflexiona. 

Investigación

El Concello pasó ayer el aviso a la Policía Local, para comprobar si existía un nido en la grúa y pedir a los propietarios la necesaria autorización de Medio Ambiente para retirarlo. En caso de que no dispongan del permiso correspondiente, se avisará a la consellería de lo sucedido. 

Pero aun así, Auria y Ramón ya se han quedado sin casa, pese a los esfuerzos de Amigos das Cegoñas por evitar su "desahucio". "Es una pena que no se valore algo bonito que nos da la naturaleza", apunta Blanco.

Te puede interesar