reportaje

El grupo que estrenó la ruta del Camiño Miñoto

Imagen del grupo, tomada en la tarde de este domingo a su llegada a la Praza do Obradoiro.
photo_camera Imagen del grupo, tomada en la tarde de este domingo a su llegada a la Praza do Obradoiro.

Un total de 150 senderistas recibió este domingo la Compostelana tras realizar parte del recorrido, recientemente reconocido por la Iglesia. Una travesía "muy bonita" que recomiendan para disfrutar del paisaje con tranquilidad.

Nunca habíamos hecho el Camino porque muchos recorridos pasan por polígonos o ciudades, hasta que descubrimos el Miñoto", explica Roi Barcala, de la asociación Rutea, al otro lado del teléfono. Este domingo llegó a la Praza del Obradoiro con un grupo de 150 senderistas, después de estrenar el Camiño Miñoto, recientemente reconocido por la Iglesia pero todavía desconocido para muchos peregrinos. "No nos encontramos a nadie en todo el camino, solo a los vecinos de las aldeas por las que pasamos", asegura. "Vimos a más perros que a personas, de hecho", bromea. 

El entorno natural y la tranquilidad del recorrido animaron a los participantes a probar suerte, aunque en algunas zonas se vieron obligados a señalizar ellos mismos el paso del Miñoto. "También tuvimos que limpiar el trazado para poder pasar por ciertos lugares", señala. Pero Barcala tiene claro que la aventura mereció la pena: "Es una ruta muy bonita, totalmente virgen y muy rural, la gente que lo quiera hacer puede estar segura de que no va a cruzar ni por ciudades ni por pueblos grandes". 


Desde Castro Laboreiro


"Empezamos en Castro Laboreiro, en Portugal, para hacer los últimos 150 kilómetros por etapas, cada dos semanas", dice Roi Barcala.

En el recorrido, los peregrinos disfrutaron de paisajes como la Serra de Peneda -parque natural luso- o las sierras centrales de Galicia como la de A Canda, la arquitectura de Pazos de Arenteiro, A Arnoia y Cortegada... "Acabamos las etapas en sitios como Pazos de Arenteiro, para pasear el pueblo, o los balnearios de Cortegada y Arnoia", explica. La de este domingo, debido al calor, fue una jornada dura, aunque con un sabor muy dulce: "La verdad es que hace mucha ilusión ser casi los primeros en realizar el Camiño Miñoto".


La etapa más dura: la de Beariz, con 800 metros de desnivel


Durante los 150 kilómetros de Camiño Miñoto, desde Castro Laboreiro (en Portugal), la jornada más dura para el grupo de 150 senderistas de Rutea fue la del ascenso a la localidad de Beariz, en la provincia ourensana. El desnivel, de 800 metros, se sumó a las altas temperaturas: "Coincidió un día de mucho calor, que sumado a la subida lo hizo un poco difícil".  

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