EN VERÍN

“Este caso es inadmisible, una auténtica aberración jurídica"

José Freire García, presidente de la gestora de Galicia, Miguel Gómez Domínguez, abogado de la UniónGC, Ramón Rodríguez Prendes, secretario general, y José Manuel Manrique Crespo, secretario estatal de prensa.
photo_camera José Freire García, presidente de la gestora de Galicia, Miguel Gómez Domínguez, abogado de la UniónGC, Ramón Rodríguez Prendes, secretario general, y José Manuel Manrique Crespo, secretario estatal de prensa.

La Unión de Guardias Civiles defiende al agente juzgado por insultar a un superior jugando al fútbol 

"Inadmisible" y una "auténtica aberración jurídica" . Estos fueron algunos de los calificativos a los que recurrieron los dirigentes de la Asociación Profesional Unión de Guardias Civiles (UNIONGC) (una especie de sindicato dentro del instituto armado) a la hora de pronunciarse sobre la situación que está viviendo un guardia civil de Tráfico del destacamento de Verín.  El agente se sentará este miércoles frente a un tribunal militar en A Coruña para responder por un delito de insulto a su sargento, que se produjeron, como dio a conocer La Región, cuando jugaban a un partido de fútbol sala.

La citada asociación mostró todo su apoyo al guardia civil, que lleva más de 20 años de servicio en el cuerpo de seguridad. Y para hacer efectivo la solidaridad, se desplazaron hasta Ourense,  el propio secretario general de la asociación, Ramón Rodríguez; el portavoz a nivel estatal, Jorge Manrique, así como el secretario a nivel gallego, José Freire García, que comparecieron públicamente en compañía del abogado Miguel Gómez, encargado de la defensa del guardia civil. 

En su intervención, Freire García  subrayó que "no es de recibo" la aplicación del Código Militar a un guardia civil en un caso que  hay que enmarcarlo "dentro de la vida particular y privada", dijo.

Por su parte, Miguel Gómez, aseguró que todos los testigos coincidieron en que no oyeron ningún tipo de insulto ni hubo agresión "más allá del lance del juego". Sin embargo, según la asociación, el sargento solicitó la declaración de dos testigos que, según le colectivo, no estuvieron presentes el día de los hechos. Recurrirán a un tribunal de derechos humanos, en caso de que el guardia sea condenado. 

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