Los agentes patrullan por las noches cerca de las instalaciones para evitar que sean asaltadas

Seis guardias civiles vigilan las explotaciones ganaderas

Explotación ganadera en Viana. (Foto: LUIS BLANCO)
La Guardia Civil acaba de poner en marcha un plan a nivel nacional para evitar robos en explotaciones ganaderas y agrícolas. Seis agentes se encargan ya de custodiar las instalaciones en la provincia, que en la mayoría de las casos están alejadas de carreteras y núcleos urbanos, lo que facilita los asaltos.
La vigilancia comenzó a finales del pasado mes de abril, con la confección de un inventario de granjas, lugares en que se encuentran, sistemas de seguridad empledos, así como la maquinaria, reses y material que hay en el interior. En el último año, los agentes contabilizaron 17 robos en naves agrícolas y ganaderas y otros 22 en instalaciones aledañas a viviendas, que sus propietarios utilizaban para guardar aperos de labranza, productos de la matanza, maquinaria e incluso leña, entre otros enseres y material.

Los seis agentes adscritos a este servicio hasta el momento no practiron ninguna detención. Cuentan con el apoyo de los efectivos que hay en los distintos cuarteles de la provincia, Seprona y Guardia Civil de Tráfico.

La mayoría de las explotaciones que están siendo vigiladas están asentadas en las comarcas de A Limia, Carballiño, Ribadavia, Celanova y A Baixa Limia (125 en total) y de los datos que recopilaron los agentes se desprende que ninguna de ellas dispone de sistemas de alarma y cámaras de seguridad. 'Por las noches, la vigilancia se reduce en la mayoría de los casos a unos perros que están atados en los accesos', afirman fuentes del instituto armado.


PORCINO Y VACUNO

Entre las naves agrícolas ganaderas predominan las de aves, porcino y vacuno y los agentes están en permanente contacto con los propietarios. Es más, les recomienda instalar dispositivos de alamar, que estarían conectados a una central a la que ellos mismos tendrían acceso nada más saltar el aviso de robo o cualquier otra incidencia.

Los agentes están repartidos por los distintos cuarteles de la provincia y por la noche se organizan en turnos para dar 'batidas' por las naves, en prevención para evitar los robos.

La vigilancia también afecta a los agricultores que disponen de almacenes para guardar la maquinaria y productos de la cosecha.

La Guardia Civil ya contabilizó en este año dos robos de patatas en la comarca de A Limia.

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