TESOROS DE OURENSE

A Gudiña, la “tierra de los godos”

El municipio, situado en el sureste ourensano junto a la “raia” con Portugal, está rodeado de majestuosas montañas situadas a más de 1.000 metros de altura, que convierten a este enclave en un lugar perfecto para los amantes de una naturaleza casi virgen

El término municipal de A Gudiña, situado en el en sureste de la provincia de Ourense, ha sido y será siempre una parada obligada para todos aquellos que llegan desde la meseta a tierras gallegas. Desde tiempos ancestrales, esta localidad ha brindado fonda a los viajeros pero también a los peregrinos, ya que es el primer paraje gallego de pernocta para estos en una de las rutas más transitadas a Santiago, la Vía de la Plata. 

Antiguamente conocida como “Godiña” -pueblo de godos- albergó en sus entrañas varios pueblos procedentes del norte de Europa. La construcción de los nuevos ejes de comunicación del siglo XX y XXI, la autovía y la alta velocidad, la convierten en una localidad estratégicamente situada que, con una altitud que supera de media los 800 metros, se encuentra rodeada de sierras montañosas en las que brotan pequeños ríos que fertilizan una tierra dedicada durante décadas al pastoreo. 

- A Ribeira: En el corazón de A Gudiña existe un pequeño desvío zigzagueante entre bosques autóctonos que despierta todos los sentidos de quien decide sumergirse en él. Al finalizar este paseo, se encuentra la zona conocida como A Ribeira, en la que el río que lleva el mismo nombre ofrece un paisaje envidiable. Este es el punto de partida de varias rutas de senderismo, pero también un lugar ideal para el baño o para disfrutar de una merienda en su zona de descanso.

- Plaza de A Gudiña: Situada en la “calle de atrás” se encuentra una pequeña plaza presidida por el Beato Sebastián de Aparicio. Natural de la localidad de A Gudiña, Sebastián de Aparicio fue declarado beato por el papa Pío VI el 17 de mayo de 1789. Los prodigios y los dones que la hagiografía le atribuye tienen que ver con su dominio aparentemente sobrenatural sobre animales indómitos, su fuerza sobrehumana, el poder para conjurar tormentas y erradicar plagas de las cosechas o la capacidad curativa de su humilde cordón de franciscano. La localidad celebra precisamente el 25 de febrero su festividad local en honor al “fraile carretero”. 

- As Candas: En la aldea gudiñesa de O Tameirón, situada en la “raia” con Portugal, se encuentra un hermoso paraje conocido por el nombre de “As Candas”. Un agua completamente virgen se abre paso entre un paisaje frondoso en el que predominan especies autóctonas. Y es que precisamente esta aldea forma parte de un espacio natural transfronterizo, Pena Maseira, catalogado como zona especial de conservación. Este enclave, un tanto escondido, se convierte en una opción excepcional para darse un baño en verano o realizar un picnic en su zona de descanso.

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