Más de 260 personas se presentaron este martes a las primeras pruebas para la habilitación como guías oficiales de Turismo especializados en Galicia que convoca la Xunta después de cuatro años. En los primeros de la lista de convocados está Francisco Almuíña, "Romualdo" para muchos por el nombre de la casa rural que regenta en la Ribeira Sacra. Él se empeña en decir que "non son un guía, acompaño ás personas en rutas sensoriais pola Ribeira Sacra". En los últimos meses, este enfermero de profesión que se quedó sordo y ciego acaparó la atención mediática por su conocimiento del paisaje cultural que aspira a Patrimonio Mundial de la Unesco. Hace de acompañante por los lugares más increíbles, tanto en la parte ourensana como en la lucense. Ahora, se muestra optimista tras la primera prueba para conseguir profesionalizarse. Un guía puede ser ciego y los visitantes de la Ribeira Sacra vienen confirmándolo con el ejemplo de Almuíña. Le queda el reto de conseguir el título. "Saio relativamente contento", explica Almuíña que, además, preside la Asociación Ribeira Sacra Rural.
La figura de los guías oficiales de turismo ha sufrido en los últimos años el intrusismo, un factor contra el que luchan también desde Ourense. Rosa Dorado es guía oficial, que organiza rutas diarias por la ciudad y, hasta ahora, era la delegada en Ourense de la Asociación de Guías de Galicia, que engloba a un total de 700 profesionales en la comunidad autónoma. "En Ourense ejerceremos unos 14 a diario. Hay mucho intrusismo a todos los niveles. Por eso se debe formalizar la profesión con estos exámenes", explica Dorado.
Los 14 guías oficiales que contabiliza en la provincia se mueven por toda Galicia
Dorado apostó por el interior, aunque admite que "para vivir de esto hay que moverse".
La guía ourensana advierte de "empresas que están ejerciendo a pesar de lo ser guías oficiales y pasan los años y no tienen el mismo interés por sacar el carnet".
La Consellería de Cultura e Turismo señala que esta convocatoria pretende "velar pola profesionalización no eido turístico e pola calidade na atención aos viaxeiros".
“Fago rutas sensoriais pola Ribeira Sacra"
Francisco Almuíña es uno de esos embajadores que conoce hasta el último escondite de la Ribeira Sacra. El presidente de la Asociación Ribeira Sacra Rural acompaña a los clientes de su casa rural y a los que visitan a diario a la candidata a Patrimonio Mundial por los lugares a los que, sin ayuda, jamás llegarían. Es ciego y confía en las potencialidades de la Ribeira Sacra como un destino para los sentidos. "Hai que apreciar o que temos. Eu trato de aproveitar os sentidos e facer rutas sensoriais. Este examen de guía oficial reforza o meu convencemento da importancia do acompañamento. A Ribeira Sacra é moito máis que as catro cousas conocidas", dice Almuíña. "Soutos, esgrafiados, plantas, patrimonio...", va citando.
El primer examen de habilitación como guía oficial fue tipo test, preguntas a las que contestó de manera oral frente a una grabadora, el único candidato que ha necesitado de este método.
"É unha experiencia, ahora xa podo xogar ao trivial galego cos amigos", bromea en relación a los conocimientos adquiridos. Esta primera prueba versaba sobre geografía, historia y cultura gallega, así como recursos turísticos y legislación.
Se queda con lo aprendido y anima a "valorar o que temos, a nosa historia e o noso patrimonio da Ribeira Sacra". ¿El título? Optimista sí. "Pero senón, a xente xa me dixo que se non me dan o título, que mo acreditaban eles", bromea.
