“Hace 25 años la ciudad vivía de espaldas al río, pero eso ha cambiado'

El presidente de la Confederación, Francisco Marín.
Francisco Marín estará esta tarde a las 20,15 horas en el centro cultural Marcos Valcárcel en un Foro La Región que analizará la situación de los ríos, junto a Carlos Guillermo Ruiz y Emilio Rodríguez, de la Confederación; Serafín González, de la Sociedade de Historia Natural, y Patricia Gómez, de Iberdrola.
¿Cuál es el presente de los ríos ourensanos?
Gracias al año hidrológico que hemos tenido, en general, podemos decir que se encuentran en buen estado. Pero eso no significa que tengamos algunos puntos que, por distintas circunstancias de vertidos o contaminaciones espumosas, no estén en óptima calidad.

¿Hablaríamos, por ejemplo, del Barbaña o el Limia?
Por ejemplo. El Barbaña, como consecuencia de una estación depuradora de aguas residuales que parece no ser capaz de absorber o gestionar los vertidos, no se encuentra en buen estado. El Limia tampoco es un río que tengamos catalogado con buen estado como consecuencia de la actividad ganadera, agrícola y también humana. Hay otros tramos en los que también podemos detectar problemas pero hay que pensar que Ourense tiene muchísimos ríos y embalses. El tercer punto más problemático sería el Alto Sil, donde puede afectar la actividad pizarrera.

En general, ¿cuáles son las medidas más urgentes a adoptar?
Es bueno detectar los problemas e iniciar caminos para cambiar las prácticas. Concretamente, en el Barbaña tenemos prevista una actuación para 2014 y 2015 y la ejecución de un pozo de tormenta en Ponte Noalla. Es una intervención de cara al 2015 porque requiere fondos europeos. En cuanto al río Limia, trabajamos en un programa de investigación y desarrollo para adoptar medidas en la cuenca, también desde el punto de vista de concienciación ciudadana e infraestructuras verdes.

¿Y cuál es el futuro con el nuevo plan hidrológico Miño-Sil?
Es una herramienta que nos ha permitido detectar el estado de nuestros ríos. De ese modo, podemos ir poniendo horizontes para ver cómo avanzan. Cada seis años, desde el 2000, la directiva marco del agua obliga a realizar un chequeo. Nosotros vamos a hacer el próximo en el 2015. Con este plan marcamos las reglas de juego. Hay cosas que mejorar y queremos que la sociedad participe, que se implique en la gestión de los ríos y aporte ideas para solucionar problemas.

¿Diría que los ourensanos tenemos tanta estima como deberíamos hacia nuestros ríos?
Creo que cada vez más. Por centrarnos en la ciudad, los vecinos miran más hacia el río que cuando llegué hace 25 años. Entonces se hablaba del Barbaña como una especie de colector y las casas daban la espalda al Miño. Eso ha cambiado y ahora se buscan las vistas hacia el río, se hicieron paseos muy utilizados. Se podrían mejorar algunos puntos y a veces es cuestión diaria de cada uno. Se ha hecho mucho, pero queda camino por recorrer.

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