Para José Luis Mascareñas (Allariz, 1961) la ciencia es creatividad. Este alaricano es catedrático de Química Orgánica y director científico del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares (CIQUS), referencia de la investigación en Galicia y fuera de nuestras fronteras. El grupo de investigación que dirige acaba de recibir una ayuda del Consejo Europeo de Investigación. El proyecto se centra en crear compuestos químicos que actúen sobre las células madres del cáncer.
¿Qué supone el apoyo de una institución como el Consejo Europeo de Investigación?
Es una institución de gran prestigio. Conseguir su apoyo financiando un proyecto competitivo representa un importante respaldo para el reconocimiento internacional de nuestro trabajo y de nuestro centro, y supongo que de la propia ciencia que se hace en Galicia.
¿Cuál es el objetivo del proyecto que investigan?
Surge a raíz de varios descubrimientos que hemos hecho en colaboración con un grupo de biólogos en Madrid sobre el metabolismo de las células madre de cáncer, responsables del desarrollo de muchos tumores. El objetivo es preparar compuestos químicos que puedan alterar dicho metabolismo, y así evitar la propagación y regeneración de cánceres.
¿En qué fase está? ¿Cuáles son los primeros resultados?
Es un proyecto de prueba de concepto y aún está en una fase temprana. De todas formas, tenemos bastante esperanza de que alguno de nuestros compuestos pueda tener recorrido para poder realizar estudios "in vivo" relativamente pronto.
¿En qué centra sus esfuerzos actualmente el CIQUS?
Es un centro de investigación con un modelo de funcionamiento atípico y singular, pionero en Galicia, y también en la universidad española, basado en procesos muy serios de autoexigencia, evaluación y rendimiento de cuentas.
¿Cuál es la importancia de este organismo en Galicia?
Está sirviendo de referencia para la implantación de otros centros singulares de Galicia. Este tipo de modelo permite que la actividad investigadora sea mucho más eficiente y productiva, y con ello se aumente el prestigio de la ciencia y de la universidad gallega. Trabajamos de forma multidisciplinar en las ciencias moleculares, en proyectos que van desde la catálisis o la biología celular al desarrollo de materiales como nanografenos.
¿Los investigadores sufren presión social por lo que se espera de su trabajo?
Lo más importante en investigación es poder avanzar en el conocimiento y formar a jóvenes al mejor nivel para que puedan liderar el futuro. Los grandes avances en salud y tecnología de los que disfrutamos vienen de avances en el conocimiento que se han realizado en el pasado, en muchos casos por científicos que no buscaban curar nada concreto. Entiendo que la sociedad quiera resultados con aplicación inmediata, pero en investigación lo relevante no es si es más o menos aplicada, sino que sea original y de calidad.
¿Cuál es la salud de la investigación en Galicia? ¿Y la de la química en particular?
Hay unos cuantos grupos en diferentes ámbitos con un gran reconocimiento internacional, y muchos otros que hacen una labor muy buena y que han podido mantener su actividad a pesar de los déficits en financiación . Todo es a base de esfuerzo, dedicación y pasión. La química gallega está muy bien situada a nivel nacional, y hay unos cuantos grupos que gozan de un gran prestigio. Modestamente, creo que el CIQUS está contribuyendo bastante a mejorar nuestra competitividad en química.
La clásica demanda de falta de apoyo y becas, ¿cómo lo viven?, ¿dónde buscan dinero?
Sí, esto es un tema delicado. La ciencia no se considera algo prioritario en temas de financiación pública, pero de esto no solo tienen culpa los políticos; sino la propia sociedad, que no es consciente de que muchos de los avances que le hacen la vida mejor se fundamentan en la ciencia y la tecnología. Hace falta invertir más y bien. Siempre con rendimiento de cuentas. La financiación privada y el mecenazgo son muy escasos. Creo que habría que incentivar con beneficios fiscales a aquellos que inviertan en ciencia y en becas; como se hace todos los días en otros países avanzados.
¿Qué es lo que más le apasiona de su trabajo?
Nuestro trabajo se fundamenta en la pasión y la curiosidad. Las ganas de descubrir y de inventar. No hay mucha diferencia entre un científico y un artista. Todo va de originalidad, imaginación, creatividad, novedad… Cuando diseñamos y creamos moléculas y descubrimos algo importante, supongo que tenemos la misma sensación que tiene un pintor cuando finaliza un cuadro, o un músico cuando compone una pieza.
