Joao F.C., de 70 años, apareció tendido en la cama de su habitación, en la calle Pizarro del Casco Vello
Joao F.C., de 70 años y oriundo de Portugal, apareció muerto en su domicilio, situado en el primer piso del número 4 de la calle Pizarro, en el Casco Vello de la ciudad.
El hombre, según fuentes policiales, estaba tendido sobre la cama de su habitación en avanzado estado de descomposición, por lo que se calcula que el fallecimiento se produjo hace, al menos, 10 días. Su cadáver no presentaba ningún signo de violencia y todo apunta a muerte por causas naturales.
Fue una vecina del fallecido la que dio la voz de alarma a la Policía Nacional el pasado sábado a primera hora de la mañana, en torno a las ocho y media, al percibir un fuerte hedor que procedía del interior del inmueble, situado en un primer piso. "Era un olor terrible. No se soportaba. Incluso, en el rellano no se paraba", indica María Pereira, vecina de Joao F.C. Además, llevaba varios días sin verlo por la zona. "No lo veía, por lo menos, desde hacía ya semana y media", explica esta vecina.
El fallecido padecía de problemas respiratorios. "Estaba enfermo. No respiraba muy bien. De hecho, muchas veces tuvo que venir la ambulancia a buscarle a las tantas de la madrugada por este problema", recuerda María Pereira. Una patología, dice, agravada por el tabaco ya que era fumador habitual.
El varón vivía solo en este piso, en régimen de alquiler, desde hacía más de cinco años. "Yo vivo aquí desde hace ya unos cinco años y cuando me vine, él ya estaba en el edificio", apunta María Pereira, oriunda de Brasil.
Durante la jornada de ayer, un hombre, que no quiso desvelar su identidad, se encontraba limpiando la vivienda, con máscara y guantes, donde fue encontrado muerto el septuagenario.
Hasta el lugar de los hechos, se movilizó la Policía Nacional y el servicio judicial. Los agentes accedieron al interior de la vivienda por el método del resbalón, ya que estaba cerrada con pestillo.
Catorce mil ourensanos de más de 65 años viven solos
Según la encuesta de condiciones de vida del Instituto Galego de Estadística (IGE), en torno a 14.006 personas mayores de 65 años viven solas en la provincia de Ourense. Una cifra que se eleva a 121.297 en el conjunto de Galicia.
Algunos viven solos y nadie se entera de su muerte, hasta que el vecindario les echa en falta. Un caso parecido al que le ocurrió a principios de marzo a Constantino Alonso Lemos, de 66 años, que fue encontrado muerto en San Francisco, donde vivía en un habitáculo entre el antiguo cuartel de San Francisco y el cementerio. Su cadáver ya presentaba signos de descomposición y fueron los propios trabajadores del camposanto los que dieron la voz de alarma.
Una situación que no se limita solo a personas mayores de 65. Precisamente, a principios de año, Norberto V., de 48 años, fue encontrado muerto en su casa de Maside, donde pasó tres días sin que nadie se enterara. Tiempo en el que su cara fue comida por unos gatos que habitaban en la misma casa.
