Servando Álvarez: “Frutales y viñedo están brotando y un frío imprevisto en abril o mayo sería fatal”
Las condiciones atípicas de este invierno y comienzo de primavera tienen expectantes a los profesionales de la agricultura repartidos por la provincia. En su epicentro, en la comarca de A Limia, Servando Álvarez, técnico del Centro de Desenvolvemento Agrogandeiro del Inorde, concentra el temor del sector en un dicho popular: "Cando marzo mayea, mayo marcea".
"El caso es que estas temperaturas altas tan atípicas que hemos tenido durante estos dos últimos meses han llevado a que los cultivos ya establecidos, como es el caso de viñedo o frutales, estén ya brotados, con lo que el gran peligro es que si llega ahora una helada en pleno abril o mayo, repercuta de forma muy negativa en la cosecha", añade Álvarez.
En la comarcade Valdeorras, por ejemplo, donde esa brotación de las cepas está también ya bastante extendida, se observan las previsiones de nieve con recelo, pues si bien su aparición no causaría demasiados daños en las viñas ya brotadas, sí podrían sufrir las consecuencias de las heladas que suelen acompañar las nevadas. Así lo estima el presidente del Consello Regulador, José Luis García Pando, quien apuntó que "a neve, normalmente, está por encima de cero graos, o problema é que despois de nevar é fácil que poida xear".
En todo caso, a aquellas viñas -sobre todo de las zonas altas- que aún no están brotadas, el descenso de las temperaturas podría incluso beneficiarlas, pues retrasaría un desarrollo que viene adelantado. Sí acusarían el frío las cepas con brotes.
En cuanto al cereal de invierno, "empieza a acusar la falta de agua", subraya el técnico del Centro de Desenvolvemento Agrogandeiro. Según explica Álvarez, los agricultores "han intentado paliar, en la medida de lo posible, esta escasez pluviométrica incorporando nitrógeno, pero l no tener agua no se disuelve y por tanto no actúa", señala el técnico del Centro de Desenvolvemento Agrogandeiro del Inorde.
La historia se repite
De todas formas, tanto en lo que respecta al cereal como a la patata, el gran temor es que se reproduzcan las condiciones del año pasado, en que tras una prolongada situación de falta de lluvias, "llegaron estas fuera de tiempo y de forma torrencial, inundando los cultivos de tal forma que afectaron negativamente a estas producciones".
En este sentido recuerda que el año pasado se asemejó mucho, hasta ahora, a lo que se está viviendo en este 2019. "Tuvimos unos meses de febrero y marzo muy calurosos y sin prácticamente precipitaciones, lo que propició que se plantara mucha patata, y se dio paso a una serie de jornadas consecutivas de lluvias fuertes que inundaron los cultivos y echaron a perder buena parte de la cosecha", recuerda Servando Álvarez.
Por esta razón, y pendientes de cómo transcurran estos meses de abril y mayo, "lo que habría que desear sería que, si la helada llega, que sea lo antes posible".
Problemas para predecir la meteorología
Desde el Centro de Desenvolvemento Agrogandeiro del Inorde, apuntan que "el tema del cambio de las condiciones climáticas se está convirtiendo, cada vez más, en un problema".
Remarcan que "antes era más o menos predecible y las cosechas se adaptaban a los ciclos de altas temperaturas y precipitaciones porque eran más o menos estables, pero de tres años aquí, y especialmente estos dos últimos, el tiempo está tan loco que resulta prácticamente imposible adelantarse a los acontecimientos", explica Servando Álvarez.
Esta situación está frenando incluso cultivos que deberían tener, en unas condiciones normales, una buena implantación en la provincia, como es el caso de la colza.
"Este cultivo es muy bueno para el terreno y da buenos rendimientos, pero es muy sensible a los cambios climáticos", señala.
El avance de Meteogalicia para los próximos días habla de lluvias y bajada brusca de temperaturas.
