Ángel Fernández Jiménez (49 años), el hijo mayor de la mujer, Julia Jiménez Jiménez, de 66 años, que se suicidó en la madrugada del pasado domingo tras matar a su otro vástago que estaba tetrapléjico en una residencia de Barrocás, ingresó el pasada sábado en prisión como presunto autor de un delito de robo.
Su ingreso en la cárcel (salió en libertad el pasado mes de octubre) se conoció después de que las familias de inmigrantes marroquíes que solían ayudar económicamente a su madre (le daban dinero y comida) comenzaran a buscarlo al no responder a las llamadas en la puerta de su casa. "Le llevamos comida pero no abre la puerta y no sabemos dónde está o qué le pasa desde el pasado viernes", apuntaba en la tarde de este lunes uno de los vecinos. Su preocupación también era arroparlo tras la fatídica tragedia -su madre fue hallada muerta el pasado lunes y horas después falleció su hermano-.
Ángel Fernández tiene problemas con las sustancias estupefacientes y comenzaron a buscarlo por buena parte de la ciudad, alarmados por si le había pasado algo malo. La búsqueda se desactivó en la tarde de este lunes al tener conocimiento que había ingresado en prisión por un delito de robo, según fuentes policiales.
Antes de ingresar en el penal, solicitó en el Concello de la ciudad que sufragase los gastos del entierro de su madre y hermano al carecer de recursos económicos. Julia Jiménez sobrevivía con las ayudas que le proporcionaban sus convecinos. En el Concello reconocían este lunes que era una de las "habituales" en Servicios Sociales, dada "su situación de marginalidad, pero no percibía ninguna ayuda económica al no cumplir con los criterios y baremos establecidos". Argumentan que tenía una pensión no contributiva.
Julia Jiménez vendió dos días antes de suicidarse su aparato de televisión por 50 euros.
Preocupación por si se había autoinculpado
Julia Jiménez vivía en la pobreza. Además de los Servicios Sociales y sus convecinos, recurría a buscar ayuda a Cáritas y conocidos. El vecindario la recuerda como una mujer alegre, buena pagadora (antes de morir abonó el alquiler de la vivienda) y alegre. Sus convecinos, durante la preocupación que mostraban este lunes al no tener noticias de su hijo Ángel, no descartan que se autoinculpara de la muerte de su hermano. En este sentido, recuerdan que hizo algún comentario al respecto. Que su madre le pidió días antes que si le pasaba algo se autoinculpara par ir a la cárcel y así, al menos, podría comer. Este extremo no fue confirmado este lunes de forma oficial una vez que se conoció que había ingresado.
