REPORTAJE

Un hígado, un riñón y una vida que continúa

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photo_camera María Jesús Rodríguez, ayer en el Paseo.

La vida de la ourensana María Jesús Rodríguez cambió de niña cuando recibió, de urgencia, un hígado. A los 42 años, y tras un tiempo con diálisis, recibió un riñón. En el Día Nacional de la Donación de Órganos relata su historia.

A los 12 años, la ourensana María Jesús Rodríguez necesitaba un hígado con urgencia. Y llegó. "Era de un niño de cinco años... No es fácil donar, está claro. La familia está pasando un mal momento, pero si piensas en que ayudas a otra familia...", reflexiona Rodríguez, que ahora tiene 43 años.

Esa no fue la única donación que ha recibido: hace 14 meses recibió un riñón. "Llevaba dos años y medio de diálisis, y me avisaron de que había un donante", comenta. Rodríguez realizaba la diálisis en su casa, con máquina, cada noche, excepto un día por semana. "A las nueve de la noche yo ya tenía que recogerme para cenar, preparar la máquina y luego ponerla. En total, dos horas, dos horas y cuarto", explica. Aunque podía disfrutar de las tardes, reconoce la carga que suponía diariamente: "Estés donde estés ya sabes que tienes que irte a casa, en invierno me daba más igual, pero en verano a esa hora es cuando puedes salir a la calle y disfrutar del fresco. Tampoco podía viajar, solo de sábado a domingo, porque el sábado no hacía diálisis". Rodríguez asegura que cuando le dijeron que había un riñón para ella, se quedó impactada y no sabía cómo reaccionar. "Me puse muy nerviosa, no por la intervención, sino por lo que venía después. Si te haces muchas ilusiones y después no te funciona, tienes que volver atrás, y eso es muy complicado", asegura. Pero su cuerpo aceptó muy bien el órgano, desde los primeros momentos. "Me operaron a las diez de la noche y a las once de la mañana ya estaba en planta, esa noche creo que ya cené. Bajé solo tres días a diálisis y a los 18 días de la operación ya estaba en mi casa", relata. Durante la recuperación no sintió dolor y la recuerda rápida y sencilla. En la actualidad realiza sus controles periódicos para ver cómo evoluciona, y por el momento todo ha ido bien.

En su caso, tiene claro que aunque no hubiese sido receptora de órganos, defendería la donación. "Creo que la vería igual de importante, es que salvas vidas. No tiene sentido tener pánico, porque después de muerto... Y haces mucho por la gente que lo está pasando mal. No hay mayor satisfacción que eso", explica.

En relación a la celebración del Día Nacional del Donante de Órganos durante la jornada de ayer, María Jesús Rodríguez anima a los ourensanos a informarse y hacerse con su tarjeta de donante. "Creo que la gente es muy generosa, pero claro, hay mucha gente que necesita órganos. Yo estoy eternamente agradecida, obviamente", señala.

La Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Raras (Alcer) de Ourense colocó una carpa informativa en la calle del Paseo durante la mañana de ayer, en la que explicaron a los vecinos la importancia de la donación y los pasos a seguir para adquirir un carné de donante. 

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