SUCESO

Un hombre armado mantiene en jaque a la policía al atrincherarse en un piso en As Lagoas

Desde las cuatro se encerró en un piso exigiendo hablar con su novia, con la que había discutido, bajo amenaza de pegarse un tiro 

Un hombre de 55 años  y de nombre Luis mantuvo ayer en vilo durante toda la tarde  a los miembros de la Policía Nacional, Policía Local y servicios sanitarios tras permanecer atrincherado y armado en un piso a lo largo de varias horas, actitud en la que seguía al cierre de esta edición, pasada la medianoche. 

Según los primeros testimonios recogidos en el lugar de los hechos, todo empezó poco después de las cuatro de la tarde cuando esta persona se mantuvo encerrada en el cuarto piso del inmueble número 8 de la calle Bernardo González Cachamuiña, muy cerca del barrio de As Lagoas. Mientras mantuvo su actitud las persianas de la vivienda permanecieron bajadas y dentro se encontraba él solo y provisto de un arma, sin que se pudiese confirmar si se trataba de una escopeta, un revólver u otro tipo de arma. 

De acuerdo con las informaciones que trascendieron desde el momento en el que se produjeron los hechos, esta persona se negaba a salir de la vivienda hasta que no se personase en ella su novia, con la que habría discutido poco antes de encerrarse en casa. Luis, divorciado desde hace unos veinte años, funcionario en Pontevedra, mantendría una relación con esta mujer, que también se encontraba ayer en la provincia vecina y a la que exigió ver bajo amenaza de quitarse la vida. Según varias fuentes, el entorno familiar de esta persona le conminó telefónicamente a que abandonase el encierro, sin que llegasen a convencerle.

La situación provocó la lógica expectación en la zona, acrecentada por la presencia del dispositivo de seguridad en un día que hasta entonces había sido tranquilo, sobre todo por ser una jornada de fiesta. Nada más tener conocimiento de los hechos, los efectivos policiales tomaron posiciones en la zona, acordonando la calle a unos 50 metros aproximadamente del inmueble en el que el hombre permanecía atrincherado.

A medida que la situación se prolongaba, sin visos de que depusiese su actitud al contingente policial se sumaron francotiradores que se apostaron en la zona ante la posibilidad de tener que intervenir.

Negociadores

Equipos de negociadores de la policía intentaron durante varias horas que esta persona depusiese su actitud. Un especialista de la policía intentó desde las siete de la tarde que la persona encerrada en el piso depusiese su actitud, al menos hasta el cierre de la edición. Según testigos presenciales, los propios agentes también se valieron de amigos y conocidos de Luis para que intentasen convencerle de que abandonase la vivienda y se entregase a la Policía.

La expectación en la zona se fue reduciendo, sobre todo después de que la intervención policial se prolongase sin que hubiese un desenlace. Los equipos sanitarios fueron requeridos pasadas las doce y media de la noche, ante la eventualidad de que fuese necesaria su presencia. 

Una persona "normal"

El suceso desencadenó la lógica sorpresa  y expectación entre los vecinos de la zona, la calle Bernardo González Cachamuiña, Rúa Nova y adyacentes, que hicieron toda suerte de comentarios sobre la actitud de este hombre, al que ninguno de los  consultados llegó a tildar de desequilibrado. 

Las versiones, en algún caso confusas, hablan de que Luis es una persona de unos 55 años, que lleva unos veinte años divorciado y que tenía desde hace un tiempo una relación con la mujer a la que ayer exigía ver bajo amenazas de quitarse la vida. 

Los vecinos le definían como "una persona normal" y que mantenía una actitud correcta con las personas de su entorno. Como consecuencia de su trabajo como funcionario en Pontevedra pasaba tiempo en dicha provincia, debido a sus obligaciones profesionales. Tampoco ha trascendido cuáles pudieron haber sido los motivos por los que discutió con su pareja, ni siquiera si eran frecuentes las discusiones o se trató de algo episódico. 

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