El fiscal reclama para los dos investigados hasta once años de cárcel
La Audiencia provincial tiene ya en agenda el sumario por el robo con violencia y la agresión sexual a un hombre por la que fueron procesados en 2017 el rumano Ion A.B., de 30 años, en calidad de cooperador, y el marroquí Abderraman N. como autor, quien está en paradero desconocido y, por lo tanto, en busca y captura.
El ministerio fiscal pide hasta 11 años de prisión y multa de dos meses, a razón de seis euros al día, por tres delitos: robo con violencia, agresión sexual y lesiones.
El proceso penal arranca de la denuncia interpuesta por otro marroquí residente en la ciudad que quedó con los dos inculpados para comprar un teléfono en la calle Jesús Soria del barrio de O Couto. Pero la transacción se complicó cuando se subió al coche que conducían los acusados y se fueron todos juntos hasta Oira. El perjudicado sostiene que Abderraman le colocó un cuchillo en el abdomen, amenazando con clavárselo si pedía auxilio porque no tenía nada que perder.
La víctima relató a la Policía Nacional que los agredieron con bofetadas y puñetazos para que les entregara todo lo que llevaba consigo: 96 euros en efectivo, dos tarjetas bancarias, otra de un supermercado y un telefóno móvil.
También dice que lo obligaron a desnudarse para practicar una felación a Abderraman, quien, según esa misma versión, le introdujo los dedos en el ano.
La víctima sostiene que tardó en denunciar, hasta cinco días, porque lo amenazaron con matarlo si contaba lo sucedido. Esa misma noche, la del 25 de enero de 2017, fue a la Comisaría de Policía pero no culminó su relato y se fue con la excusa de que tenía que buscar el DNI. Posteriormente, regresó. Los inculpados, a través de una tecera persona, le devolvieron las tarjetas y el teléfono robado.
La víctima sufrió lesiones que solo precisaron una asistencia facultativa. Durante la tramitación del proceso, no solo renunció al ejercidio de acciones penales sino que solicitó el archivo del proceso, asegura el ministerio fiscal en su escrito de acusación.
Por su parte, los inculpados, quienes llegaron a estar en prisión por estos hechos, negaron los delitos. Atribuyen las manifestaciones ante la Policía de J.E.M.F. a una represalia por una deuda entre ellos.
