Libros raros y curiosos sobre Ourense-3 (1866)

Hombres robustos y mujeres graciosas

La Burga de arriba.
photo_camera La Burga de arriba.

El año 1866 la editorial madrileña “Rubio y Compañía” editaba por capítulos la “Crónica General de España” a la que calificaba como: “historia ilustrada y descriptiva de sus provincias, redactada por conocidos escritores de Madrid, de Provincias y de América”. El encargado de hacer la historia resumida de Ourense, en un folleto de 48 páginas, fue don Fernando Fulgoso del que desconozco casi todo. La crónica consta de cinco capítulos desde los orígenes de la provincia hasta el año en que está escrita la Crónica. Empieza el autor por situar geográficamente a la provincia, buscar el origen de su nombre e historia más antigua para seguir con datos sumamente curiosos.

Los orensanos varones son, según don Fernando: “de buena estatura, robustos, y alcanza grandes fuerzas”, mientras que a las mujeres las describe como “graciosas y tan aficionadas al trabajo que lo mismo acompañan al hombre en sus faenas campestres como atienden a los quehaceres domésticos”.

Vecinos corrompidos y holgazanes

En su recorrido por la provincia, dice el autor de esta Crónica que el Couto Mixto se llama así porque los pueblos que lo forman dependían “en lo temporal” del pueblo portugués de Alfoces y en lo espiritual del obispado de Ourense, situación que fue aprovechada por los contrabandistas de ambos países. Asegura el autor que esa situación hizo que los vecinos de los pueblos de Lama de Arcos y Souteliño: “fueran por demás viciosos, corrompidos y holgazanes”, mientras que los de Cambéo eran “agricultores honrados y adictos a España”. Siguiendo su particular ruta por la provincia, don Fernando no duda en calificar las aguas de Baños de Molgas como las mejores de Galicia , cuenta además que aquí abundan el centeno, el vino, el maíz, se cultiva algún aceite y en la parte occidental se recogen dos cosechas de lino al año. Canta además las excelencias de la berza como “verdadero pan del pobre”. Leyendo la lista de productos de huerta y caza, asombra la variedad de ambas con la presencia incluso de osos por los montes del Cebreiro destacando la calidad de las sanguijuelas de la Limia “las mejores de España” que se exportan al extranjero. Las mujeres de la provincia pasan el día tejiendo en el telar. Allariz surte de zapatos a gran parte de Galicia, y en la ciudad funciona una fábrica de jabón, además de varias fábricas de chocolate con fama de bueno. Todo esto no nos libraba de ser la provincia con más criminalidad de Galicia, de lo que tiene la culpa nuestra situación fronteriza según el autor, aunque con menos bandidos que en el resto de España.

Cómo aprovechamos el agua de las Burgas

El núcleo urbano de la ciudad contaba en ese momento con 780 casas, una plaza, 7 plazuelas y 39 calles estrechas y cortas pero “limpias y aseadas”. El edificio de la cárcel es nuevo con un claustro para pasear los presos y el matadero no desprende los habituales malos olores gracias a que recibe agua de las Burgas que permite su limpieza. Y son también las Burgas con sus tres manantiales; Burga de Arriba, Burga de Abajo y Surtidero, las que permiten a los vecinos de la ciudad lavar la ropa con agua caliente, desplumar aves, lavar las tripas del cerdo, cocer manjares, tomar baños y otros trabajos domésticos. El autor no olvida la copla cantada por los vecinos: “Tres cosas hay en Orense /que no las hay en España/El Santo Cristo, la Puente / y la Burga hirviendo el agua”.

Centenarios en Celanova y calenturas en Ginzo

Además de la ciudad el folleto recorre los partidos judiciales de la provincia destacando sus virtudes y algún que otro defecto. En Allariz había 400 casas, algunas de vistosas fachadas, 16 calles y 2 plazas. Los vecinos de Bande sufren de reuma como enfermedad endémica, cuentan con aguas termales excelentes pero mal explotadas. Celanova, con 300 casas, destaca por su magnífico clima que hace posible que varios vecinos pasen de los 100 años. Justo al revés le ocurre a Xinzo de Limia con un clima poco sano en el que se multiplican los casos de gota, reuma, hidropesía y calenturas pútridas.

En la capital de Trives había en ese momento 140 casas, seis calles, 2 plazas y una plazuela con un campo de San Roque lleno de castaños. La villa de Ribadavia contaba con 340 casas, 12 calles, 1 plaza y 3 plazuelas. El maestro de escuela cobraba 5.000 reales al año y la maestra de niñas, 1.100. El partido judicial de Señorín “que cada día mejora”, tiene clima saludable y buenos edificios con iglesia moderna de buena construcción. De Verín el autor de la Crónica solo destaca su buen clima, el puente de piedra de seis arcos y las aguas minerales de Sousas. En Viana del Bollo se conserva un torreón del viejo castillo, 80 casas y un maestro que cobraba 3.000 reales al año. Abundaban las truchas, las anguilas y los telares. En Villamartín de Baldeorras lo más censurable para el autor es lo poco que se investigó sobre la presencia de los romanos en la zona.

Después de estos datos don Fernando, informa sobre la época romana, la Edad Media y la Época Moderna, y asegura que durante los siglos XVII y XVIII la vida de la provincia está dominada por la Iglesia y sus batallas con la sociedad civil. La Crónica finaliza con la exaltación de personajes de la provincia como Fray Juan Muñoz de la Cueva, San Rosendo, San Torcuato, los escultores Francisco de Moure y Gregorio Hernández, destacando sobre todos ellos el gran Padre Feijóo. (Fondo Biblioteca Diputación)

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