Instituciones Penitenciarias acordó ingresarlo en la prisión asturiana ante el temor de que fuera agredido

El homicida confeso de la joven de Toén fue trasladado a la cárcel de Villabona, en Asturias, por motivos de seguridad

Javier Cruz, el homicida confeso de Laura Alonso, abandonó la cárcel de Pereiro para ingresar en la de Villabona (Asturias), donde permanecía en la jornada de ayer. El traslado se llevó a cabo el pasado sábado después de que Instituciones Penitenciarias analizara la petición del Consejo de Dirección de la Cárcel que temía que, de quedarse en Pereiro, pudiera resultar agredido por el resto de internos debido a la alarma social que generó el crimen. La familia de la joven se personará como acusación particular.
Un furgón de la Guardia Civil trasladó el pasado sábado a Javier Cruz, de 31 años, el homicida confeso de la joven de Xestosa (Toén), Laura Alonso, de 19, desde la prisión de Pereiro de Aguiar a la de Villabona, en Asturias. El traslado se llevó a cabo a las pocas horas de que Instituciones Penitenciarias concediera autorización tras analizar la solicitud del Consejo de Dirección de la Cárcel, cuyos miembros temían que Javier Cruz González, de quedarse ingresado en la prisión ourensana, resultara agredido por el resto de internos dada la alarma social que generó la desaparición de la joven y el posterior hallazgo de su cadáver en un paraje en los alrededores del colegio de enseñanza de Toén.

Javier Cruz ingresó en Pereiro de Aguiar el pasado 1 de septiembre tras declarar en el Juzgado y confesarse autor de la muerte de la joven. En el momento en que fue traslado a la prisión asturiana aún permanecía en la Unidad de Ingresos, acompañado de otro recluso de confianza de los directivos del penal, él que tendría que avisar si intentaba quitarse la vida o resultaba agredido. Esta situación curiosamente finalizaba el sábado (los reclusos sólo pueden estar cinco días en la Unidad de Ingresos), fecha en la que de no ser trasladado debería ser ingresado en una celda, que los responsables del centro penitenciaria ya tenían libre y en la que Javier Cruz debería pernoctar en compañía de otro preso de confianza. Para evitar posibles agresiones de otros presos no podría participar en actividades lúdicas, asistir a clases de formación y salir al patio junto con el resto de reclusos.

Otro cambio

El homicida confeso permanecía ayer en la Unidad de Ingresos de la prisión de Villabona, en la que cumplen condena otros 1.455 reclusos, 400 más de la capacidad que tienen las instalaciones. Sus directivos conocían su situación y aún no le había asignado una celda. Es más, se mostraban confiados en que sea trasladado en pocos días para otro centro penitenciario en el que, una vez calmados los ánimos, pueda pasar totalmente inadvertido entre el resto de internos, según fuentes penitenciarias.

‘Está muy tranquilo, nada nervioso’

Javier Cruz se mostró tranquilo durante los días que estuvo ingresado en el penal de Pereiro. Las personas que lo custodiaban y vigilaban concluyeron que no había ningún riesgo de que se pudiera quitar la vida. Los directivos de la cárcel asturiana destacaban ayer la misma actitud. ‘Está tranquilo, nada nervioso y se comporta como una persona muy educada y nada violenta’, explicaron fuentes penitenciarias. Durante los días que estuvo en Pereiro de Aguiar no recibió ninguna visita de sus familiares y amigos. A las 12.00 horas del domingo estaba previsto que se encontrara durante unos minutos con una prima, que había solicitado verlo, pero el traslado truncó todos los planes. Instituciones Penitenciarias concedió autorización para el traslado en la noche del viernes y los responsables de Pereiro se pusieron acto seguido manos a la obra tras informar a las autoridades judiciales, abogados que llevan el caso y a la familia del presunto homicida.

El padre de la víctima se incorpora al trabajo

Los vecinos de Toén continúan conmocionados con el crimen y arropan a la familia de la víctima, sobre todo a sus padres (Laura Alonso era hija única), que hasta ayer vivieron encerrados en su casa de Xestosa, dentro del mismo municipio. ‘Los vecinos a medida que pueden acuden a hacerles compañía. Están totalmente hundidos’, explicó el portavoz, Manuel Olleros. El padre de la joven decidió ayer acudir a su puesto de trabajo como conductor en una cantera del municipio. La familia también se puso en contacto con una abogada de cara a personarse como acusación particular. ‘Nos personaremos en el sumario y solicitaremos que todo el peso de la ley caiga sobre él. Es lo único que podemos hacer por Laura, que su agresor pague por lo que hizo’, afirmó Manuel Olleros. En la casa de Javier Cruz también suele haber vecinos solidarizándose y apoyando a sus padres, a los que no consideran responsables de los hechos.



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