La hostelería regresó ayer a la vida en la ciudad, Barbadás, Pereiro, Xinzo y Ribadavia, después de semanas de cierre obligado a causa de la situación sanitaria. Aunque el mal tiempo afeó la vuelta, la lluvia y el frío no impidieron que las calles recuperasen cierta normalidad con la reapertura de bares y restaurantes. Los clientes cumplieron su parte y no se olvidaron de volver a tomar el café y la cerveza en vaso de cristal, tras semanas intentando acostumbrarse al vaso de plástico.
Los dueños de los establecimientos, cautos, se toman con filosofía la situación y piden responsabilidad a la clientela. En la ciudad, no todos los locales volvieron a la actividad ayer. Algunos prefieren hacerlo el próximo lunes, como el café América, en la calle Progreso, donde todavía ultiman los detalles del regreso. El sector se marca un objetivo común: no volver a bajar la persiana, porque muchos no podrán volver a abrirla.
"Era necesario abrir para poñerse a sumar dunha vez", asegura Luis Sas, gerente de Demamáluis, de la ciudad. La esperanza está puesta en la pronta llegada de la vacuna y en la progresiva vuelta de la normalidad. "Que non nos pechen outra vez, iso é o máis importante", señala Emilio Chicote, de O Chicote en Barbadás. "O ano que vén é o Xacobeo, quero amarrarme a iso e que esta situación se solucione. Aguanto tamén por iso, polas esperanzas no ano que vén", reconoce Antonio Durán, gerente del bar O Cruceiro, al lado de As Burgas. "Esta é unha boa zona para o turismo, pero claro, levamos un ano moi malo", añade.
"Ojalá así todos los días"
La primera jornada dejó satisfecho al sector, que espera que la buena respuesta de los clientes se mantenga durante las próximas semanas. "Hoy (por ayer) tuvimos bastante trajín desde primera hora, ojalá fuese así todos los días", señalan desde la cafetería La Coruñesa, que durante el último mes mantuvo el servicio de "take away" de cafés. Luis Sas celebra la vuelta de la actividad, pero por el momento mantendrá el servicio para llevar de su restaurante. "Funcionou moi ben durante estas semanas", apunta. Otros, como el bar Trampitán, en la Praza Maior de la ciudad, prefirieron optar por cerrar durante noviembre. "Nos parecía que íbamos a perder más si nos mantuviésemos abiertos para el servicio para llevar, porque al final tienes que hacer frente también al gasto de neveras encendidas, luz, agua...", apuntan desde el establecimiento.
La vuelta dejó claro que los clientes echaban en falta los bares. "No son los culpables de lo que ha pasado, el verdadero problema son las fiestas ilegales, los botellos. Pero claro, es más fácil cerrar esto que buscar a los verdaderos culpables", aseguraba José Manuel Muñiz, cliente habitual del Barellete, en el Casco Histórico. "Todos necesitamos salir de casa, socializar con los demás, charlar... Tanto tiempo en nuestras casas no es bueno", añade.
"A volta da hostalaría e tremendamente positiva para os negocios, especialmente afectados aquí pola pandemia", señalaba Carlos González, vecino de Pereiro, que ayer celebraba la vuelta de la hostelería en el bar Plaza de la villa. González, que regenta un local hostelero en la ciudad, destacaba de su localidad que "ter unha zona de ocio como é a que se forma arredor da Praza Maior do pobo é estupendo e botábase de menos. Recuperamos o compoñente social, moi importante para dinamizar a vida cotiá no concello".
Cribado del Sergas
El Sergas realizará a partir de hoy un cribado de PCR masivo a personal de hostelería de la provincia, una iniciativa que busca apoyar al sector en su vuelta. Desde la dirección del área sanitaria se contactó en la mañana de ayer con dos asociaciones para difundir entre el colectivo la propuesta entre el colectivo. Los trabajadores pueden sumarse a la iniciativa, que aunque empieza este fin de semana, no cuenta con límite de tiempo.
En la ciudad: “Solo ver los bares abiertos ya te da vida"
Celso Conde y Tana de la Fuente eran los primeros clientes de Luis Sas en Demamáluis, en el Casco Vello. "Estábamos deseándolo como agua de mayo", señalaba él, vino en mano, junto a su mujer. Cumplieron escrupulosamente las restricciones de los últimos meses, "aunque estuvimos tirando de la hostelería también con pedidos a domicilio. "En el cierre pedimos muchas veces de comer a este bar y nos trataban como si estuviésemos aquí, por eso decidimos venir nada más abrir. Además, somos jubilados y tenemos tiempo", bromeaban.
Creen que es el momento de "apoyar mucho" a la hostelería, porque lamentan que "en este tiempo que los han tenido cerrados no se les haya ayudado en absolutamente nada". "Yo soy incapaz de entderlo, ¿cómo se come eso? Si a una empresa la tienen que cerrar tendrán que compensarla".
Están seguros de que irán a bares estos días para reflotar la economía . "Aunque no entres en los bares, solo verlos abiertos ya te da vida", apuntaba Tana, confesando su alegría por esta reapertura. "Se ve movimiento de proveedores y de gente por las calles y eso ya te da otro ánimo", añade él.
Barbadás - Pereiro de Aguiar: El mal tiempo no evitó el reencuentro
En Pereiro de Aguiar, los vecinos volvieron ayer al Plaza Café a reunirse con amistades y tomar algo, saboreando de nuevo el ambiente ocioso y familiar pese al mal tiempo. "Vimos despois de traballar para pornos ao día da situación dos demais", exponía Daniel Rivera, que mientras espera por su consumición añadía: "Nótase que a responsabilidade de todos deu frutos, podendo desfrutar agora, sen emocionarnos, dun bo café en compañía". Los hosteleros están contentos y "muy ilusionados" con la vuelta al trabajo, como declaraba Lucía Nespereira, ejemplificado el buen hacer de sus clientes con que "todavía no tuve que decir a nadie que se subiera la mascarilla".
En Barbadás, Isis Heredia, de Cafetería Veli, reconoce que "aún se ve poca gente. Algunos tienen miedo y otros aún no se han enterado de la reapertura". Esperan mayor afluencia de público durante el fin de semana y en los siguientes días. Y Emilio Chicote, gerente del restaurante O Chicote, lamenta que "hai moitas dificultades e poucas axudas para a hostelería. Non agardaron para cobrarnos que regresáramos ao traballo".
Xinzo de Limia - Ribadavia: Los cafés ya se pueden tomar “ao quente"
La hostelería de Xinzo reabrió ayer sus puertas -se estima que lo hicieron un 50 por ciento de los establecimientos y no muchos restaurantes- después de casi un mes, aunque con menor afluencia de clientes de lo esperado, debido, principalmente, al temporal de nieve y frío que se vivió en los pueblos del rural y que provocó poco movimiento en la capitalidad. Pese a todo, los hosteleros se muestran esperanzados de poder ir dando pequeños pasos de cara a recuperar la normalidad. A partir de las 17,00 horas, todos aquellos locales que ofrecían la opción "café para llevar" siguieron llenando los envases de cartón para poder satisfacer las necesidades de los más "cafeteros".
"Hay otra alegría en la calle al ver los bares abiertos", declaraba un vecino de Ribadavia. Los hosteleros confirmaron que esta primera jornada de reapertura transcurrió muy animada, con una buena afluencia de clientes desde la mañana para desayunar y tomar café y al mediodía para comer. "Volvieron los obreros que tenía de clientes antes del cierre", apuntaba el dueño de un bar, que se mostraba esperanzado con una evolución positiva de la pandemia.
