FESTAS DE OURENSE 2017

Los hosteleros del Casco Vello cierran las fiestas con un sabor agridulce

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photo_camera The Funkles cerraron el programa musical de las Fiestas con un concierto en la alameda de Bispo Cesáreo.

El cierre de las terrazas centra las quejas: "Perdemos dúas horas de ganancia"

Sin tiempo a digerir la resaca de más de una semana de conciertos, animación infantil, espectáculos y actividades culturales, los hosteleros hacen balance de los nueve días de Fiestas de Ourense.

Ya en pleno apogeo festivo, los dueños del Trampitán se quejaban de la obligación de quitar la terraza con dos horas de antelación a los conciertos de la Praza Maior. Y ahora, rematadas las fiestas, corroboran que, para ellos, esta limitación ha generado pérdidas. "Na terraza temos 20 mesas e 80 sillas que, nesta época do ano, sempre temos cheas. Cada día perdemos dúas horas de ganancia", comenta Mariano González, que desde hace tres años está al frente de ese bar.

Precisamente, comenta que, en ese primer año a los mandos del local hostelero, pudieron tener la terraza abierta durante las fiestas. "E non pasou nada. Eu xa non digo que nos deixen tela, que o entendo, pero si que non nos fagan quitala as oito da tarde, que queda a praza deserta". Con todo, el hostelero hace balance y asegura que este 2017 fue "máis ou menos como todos os anos".

Rubén Gil, del Tamarindo, destaca que "unos conciertos llevaron más afluencia de gente que otros, y notamos que el consumo fue menor". En líneas generales, asegura que el año pasado lograron hacer más caja que este 2017.

Manuel Paz, el dueño del Gaimola es más rotundo. Afirma que les fue mal "porque no parque de San Lázaro non houbo actuacións", dice. En cambio, uno de los camareros del Bohemio afirma que a ellos les fue bien "porque el mal tiempo nos ayudó".

Las quejas de la oposición

A falta de que el Concello facilite las cifras oficiales de las fiestas, los demás grupos de la Corporación comienzan a valorar los resultados de los nueve días de celebración.

El portavoz del PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, calificó de "caóticos" las nueve días, "generando contratiempos innecesarios que alteraron a convivencia dos cidadáns".

En concreto, Barquero apuntó a la nueva situación de las barracas como uno de los puntos débiles de la organización del equipo de gobierno. "Provocaron un caos circulatorio descomunal debido a unha mala interpretación dos informes da Policía Local".

El edil de Ourense en Común (OUeC), Miguel Doval, considera que "é necesaria a revisión e actualización da feira medieval, moi cuestionada pola veciñanza e os comerciantes do casco histórico".

A las quejas mencionadas por los demás grupos de la oposición, Gonzalo Pérez Jácome, portavoz municipal de Democracia Ourensana (DO), añade otra sobre las atracciones contratadas, que califica de "las más desfasadas del sector".

La concelleira de Cultura, Belén Iglesias, rehusó ayer valorar el desarrollo de las fiestas. 

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