La hostelería ourensana se congregó ayer en la Praza Maior en otra jornada de protestas, organizadas por la Asociación de Hostelería y Restauración de Ourense (AHRO) y la Asociación Véxote nos Viños, para expresar su "total rechazo" a las restricciones de la Xunta con una sonora cacerolada, reclamando un "equilibrio" en las medidas para evitar los ERTE y el cierre de más locales en la ciudad.
"Nos están imponiendo leyes sin viabilidad para los negocios, en los que seguimos sufragando gastos sin recibir soluciones", expresaba en su manifiesto Álex Castro, presidente de la AHRO, que no dudó en catalogar de "situación insostenible" la imposición de unas medidas que "solo generan incertidumbre, sobre todo ahora que llega el invierno y pocos usarán las terrazas -únicos espacios autorizados para la actividad hostelera-". Castro terminaba pidiendo "empatía y ayudas" a la Xunta, exponiendo que están "ahogados y quemados" por soportar que se les señale como culpables: "No podemos más. Queremos trabajar, no somos culpables de nada. Estamos aquí demostrando unidad, luchando por el objetivo común de salvar nuestros negocios", aseguraba.
Voz y voto
Los hosteleros presentes secundaron completamente el contenido de la protesta. "Esperamos que a Xunta levante o dedo e se nos escoite, porque estas restriccións remataron de afundirnos", afirmaba Tatiana González, vicepresidenta de la AHRO y dueña de la Tapería Tixola. Pedro Fernández, de la Taberna do Perico, exponía que "no puedo mantenerme haciendo 18 euros de caja al día, la más baja en 15 años; el que dirige esto no tiene ni idea de lo que está haciendo", y Ahinoa del Río, dueña de Cuatro Lunas 2.0 en O Couto, uno de los primeros locales en bajar la persiana, reclamaba "tener voz y voto en este asunto, para poder sacar adelante nuestras empresas".
