Una convocatoria más de la hostelería verinesa -en esta ocasión sobre cuatro ruedas y con algo menos de afluencia que con respecto a la movilización del pasado 10 de noviembre- para protestar por las restricciones impuestas para combatir el covid y ante la falta de concreción sobre cuándo y cómo se recibirán las ayudas prometidas al sector. "Se están riendo de nosotros y a nosotros se nos están juntando las facturas, ¿qué hacemos?", lamentó Óscar Feijóo, responsable de El Bandolín. "La solución no es cerrar la hostelería", añadió el hostelero al inicio de la marcha, en la zona del "campo da feira". Por su parte, Ricardo Losada, que abrió las puertas de O Muíño el pasado mes de septiembre asegura estar pasándolo mal. "El cierre voluntario fue con 78 casos y ahora nos obligan a cerrar cuando hoy -por ayer- hay 27 casos. No tiene lógica", añade. Miguel Francisco apunta que "estamos moi fastidiados".
En Ourense, las asociaciones AHROU y Véxote nos Viños comunicaron su "pena y tristeza" ante la "falta de compañerismo". Los hosteleros no descartan "subir la intensidad" de sus concentraciones.
