La compañía trabaja en nueva central subterránea en Santa Cristina con 750 megavatios de potencia

Iberdrola anuncia una inyección de 650 millones para optimizar los embalses del Sil

Sánchez Galán.
Casi 650 millones de euros en optimizar las centrales hidroeléctricas en la cuenca del Sil y 81 millones más para el desarrollo de parques eólicos en la provincia. Son los planes de inversión de la compañía para Ourense en los próximos años, según quedó de manifiesto en la rueda de prensa previa a la junta de accionistas de la empresa, prevista para el jueves. En ella, el presidente, Ignacio Sánchez Galán, negó haber mantenido contactos con Gas Natural acerca de una posible fusión.
En el balance de resultados, la compañía eléctrica Iberdrola anunció que invertirá en los próximos años casi 650 millones de euros para optimizar tres centrales hidroeléctricas de la cuenca del Sil. Así, en San Estevo II ampliará los 300 megavatios que actualmente tiene la central mediante la incorporación de otros 176. Aprovechando el embalse y la presa existentes, se construirá un nuevo tubo con turbina. La construcción comenzará a finales de este año y está previsto que concluya en 2-.

Una obra similar se realizará en el embalse y presa de San Pedro. Aprovechando la infraestructura existente, se ejecutará otra toma semisubterránea que requerirá la inversión de 48 millones de euros. La central tiene actualmente 25 megavatios, que pasarán a 40 con este proyecto. Su construcción terminará en 2-.

El tercer proyecto hidráulico de Iberdrola en Ourense consiste en la construcción de una nueva central, la de Santa Cristina, iniciativa que ya ha suscitado fuertes críticas por parte de grupos ecologistas. Consiste en la instalación de un sistema de bombeo en el Sil (no conlleva la construcción de nuevas presas) que, a través de una canalización en caverna llega hasta una balsa, que estará situada ya fuera del ámbito de los Cañones del Sil. De hecho, la ubicación inicial de la balsa (en el municipio de Parada do Sil) ha sido modificada para reducir su afectación ambiental, según explicó ayer Francisco Caamaño, delegado regional de Iberdrola en Galicia. ’La empresa lleva dos meses estudiando alternativas viables que hagan compatible la puesta en marcha de esta planta eléctrica, totalmente subterránea, con el cuidado de la naturaleza y el turismo de la zona’, explicaron en Iberdrola. De cumplirse las previsiones, la construcción comenzaría en 2010 y se prolongaría hasta 2017, con una inversión de 500 millones de euros y potencia de 750 megavatios.

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