Fernando Giménez: “La Iglesia paga el mismo IBI que las fundaciones de los partidos políticos"

Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para asuntos económicos de la Conferencia Episcopal Española y presidente ejecutivo de la cadena Cope, protagonizó el Foro La Región que se desarrolló este jueves en el Centro Cultural Marcos Valcárcel y fue retransmitido por Telemiño y seguido vía streaming a través de la página web del periódico, www.laregion.es. La conferencia contó con un título tan sugerente como "Lo que la Iglesia nos roba. Frente a clichés y prejuicios, información y transparencia". Tras una breve introducción a cargo del subdirector de Información de La Región, Fernando González Macías, Giménez fue presentado por monseñor Leonardo Lemos Montanet, obispo de la diócesis de Ourense, quien elogió su trabajo como gestor: "Ha sido elegido tres veces en este cargo y con mayoría aplastante. Eso significa que los obispos en España están tranquilos en las manos de don Fernando". Giménez ordenó su intervención confrontando lo que considera clichés frente a la realidad de la Iglesia. Trajo a colación un reciente estudio de Europa Laica según el cual esta institución recibe cada año 11.600 millones de euros de dinero público. "Todos estos clichés, y muchos más, los escuchamos a menudo. En primer lugar, la asignación tributaria (posibilidad de destinar una parte de la declaración de la renta a la Iglesia) proviene de unos acuerdos firmados en 1979, y refrendados meses después. Por lo tanto, es constitucional. La Iglesia no recibe ninguna partida de los Presupuestos del Estado. El dinero recibido con la casilla, además, permite ofrecer unos servicios que devuelven multiplicado ese esfuerzo económico a toda la sociedad", añadió. En cuanto a las inmatriculaciones, tema de actualidad, defendió que "el propio Gobierno ha dicho que Iglesia y registradores actuaron según la legalidad vigente". Además, subrayó que "en países como Francia, el Estado se encarga del mantenimiento íntegro de las iglesias", algo que no ocurre en España, donde es la propia institución religiosa "la que mantiene encendidas las luces de los templos". Sobre los privilegios de cara a Hacienda, dijo que leía a menudo que "la Iglesia vive en un paraíso fiscal y realiza sus actividades en un régimen de competencia desleal, cuando paga el mismo IBI que las fundaciones de cualquier partido político y no tiene un régimen especial, sino el mismo que otras confesiones religiosas, como la musulmana". En cuanto a las exenciones, puso sobre la mesa que "pagar menos impuestos en Cáritas supone preparar más comidas, prestar más servicios a la sociedad y de forma más eficiente que si va el dinero a una concejalía. Pero hay quien defiende que la caridad la tiene que hacer el Estado, bajo el argumento de que Cáritas adoctrina", lamentó. En cuanto a las clases de Religión, diferenció que "el Estado paga sueldos a los profesores, no financia a la Iglesia. Y esta enseñanza no es adoctrinamiento, porque por mucho que se enfaden algunos es imposible entender la realidad española sin conocer el hecho religioso, que además es algo que construye a la persona y le da valor". A propósito de los medios de comunicación de la Iglesia, aclaró que "la Cope no necesita de la casilla de la renta desde hace 25 años". Por último, se refirió a la presencia de capellanes en hospitales, las cárceles o el Ejército: "Con ellos, el Estado garantiza el derecho fundamental a la libertad religiosa cuando una persona se encuentra privada de libertad, sin poder acudir a misa". Y, por último, recordó que "la Iglesia rinde cuentas", defendiendo la transparencia de las diócesis, que publican el desglose de sus ingresos y gastos, y recordó la labor con sectores como los drogodependientes o las víctimas de trata o de pobreza extrema. La educación concertada, en el punto de mira "El dinero que llega a los centros concertados financia la educación de los niños, no a los colegios ni la Iglesia", destacó Giménez. Además, defendió que "gracias a los colegios concertados, el Estado se ahorra 3.531 millones de euros por la 'infrafinanciación' de estos centros con respecto a las escuelas públicas. Además, poder recibir una educación conforme a unos valores religiosos significa libertad democrática", concluyó el ponente.