EN CACHAMUÍÑA

Ilusión, muy buen tiempo y muchas capturas en el curso “Ourense+Pesca"

Las dos terceras partes de los participantes en esta actividad deportiva contaban con menos de doce años de edad

"Fue todo un éxito". Así definía José Seoane, directivo de la Agrupación Deportiva de Pesca Fluvial (ADPF), el curso de pesca que impartió la entidad ayer por la mañana en el embalse de Cachamuiña promovido por La Región. Incluido dentro del programa de actividades "Ourense+Pesca", a los sesenta participantes que se inscribieron en el evento se sumaron como espectadores otros tantos padres, madres y familiares que acompañaron a los numerosos menores que se apuntaron a la prueba.

A las diez de la mañana la práctica totalidad de los participantes se encontraban ya en la zona habilitada al lado de la presa de Cachamuiña y donde fueron recibidos por los representantes de la iniciativa "Ourense+Pesca" y de ADPF.

De los sesenta inscritos tan sólo fallaron tres, vacantes que fueron cubiertas de inmediato por otras tres personas que aunque no tenían plaza, sí se había llegado hasta el lugar para ver el desarrollo del evento. Tras la bienvenida, José Seoane, directivo de ADPF impartió una pequeña charla sobre los conceptos básicos de la pesca, el medio acuático y la fauna piscícola del embalse, así como las especies a pescar, como el percasol, el black bass y peces autóctonos.

La tercera parte de los participantes llevaban sus propios equipos de pesca y a los restantes -42- se lo facilitaron los miembros de la ADPF. Tras proceder al reparto de los puestos de pesca, a lo largo de unos trescientos metros de orilla, se abordó el montaje de los equipos, tarea de la que se ocuparon una docena de socios de ADPF, que atendían a una media de cinco participantes cada uno. De los 60 inscritos, 40 eran menores de 12 años - el más joven tenía cuatro-, mientras que entre los adultos, el más veterano contaba con 64 años.

El sol brillo durante toda la mañana y una ligera brisa amainaba el calor, aunque, según relata José Seoane, perjudica la pesca, pues mueve la superficie del agua y el pescador tiene dificultad para saber si la bolla se mueve por una picada o por el viento.

De todas formas, la mañana fue muy productiva. Los percasoles picaron con ganas y todos los participantes sacaron varios ejemplares. Al ser una especie invasora, está prohibido devolverla al agua una vez capturada, por lo que los pequeños pudieron llevarse para casa sus "trofeos".

David Fontán acompaña a su hijo y a su ahijado, de 9 y 6 años, respectivamente. Su hermano lo animó a apuntarlos y afirma que está "muy contento por la ilusión con la que pescan, aunque tengan que estar con los pies mojados". Tomás Soto, voluntario de ADPF, acompaña continuamente a Hugo, el participante más pequeño, 4 años, y le sostiene la caña. Mar Vázquez vigila a su hijo, Marcos, de 7 años. "Este año estaba ilusionado con pescar y su padre lo iba a llevar un día, pero vi esta oportunidad y lo traje", afirma.

Javier Fernández Biedma tiene ocho años y llega de Carballiño. Lo trae su padre, quien comenta que el pequeño "ya pescó algo en el mar, pero en el río es la primera vez", para añadir que "vimos la información en el periódico y está feliz porque lo apuntamos".

Luis Lorenzo tiene 44 años y es la primera vez que pesca. "Nunca es tarde para empezar y creo que repetiré, porque veo que es algo relajante y muy entretenido", afirma. Algo muy semejante opina Sofía González, de 37 años. "Vi la publicidad en el periódico y me animé y creo que es una actividad muy tranquila y está muy bien".

A las 13.0 horas, con la satisfacción reflejada en todos los rostros, se cerraba la actividad y José Seoane recordaba que habrá una nueva oportunidad próximamente, para todos aquellos que no pudieron apuntarse en esta ocasión.

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