Impiden con vallas el regreso de los okupas en la Plaza

Ourense 22/7/20
casas okupas plaza de abastos
Fotos Martiño Pinal
photo_camera Los puestos en los que residían los okupas. La empresa instaló vallas para impedir la entrada. //Fotos Martiño Pinal
La empresa está a la espera de que el Concello autorice el derribo para continuar con la reforma

 Los seis okupas de los puestos exteriores de la Plaza de Abastos no han regresado tras ser desalojados a causa del incendio registrado en una de sus casetas el pasado 16 de julio.  Desde entonces no hicieron acto de presencia en la zona, pero continúan marcando el ritmo de las obras de mejora del céntrico mercado. La constructora está trabajando, pero en las zonas del edificio más alejadas de los puestos que fueron ocupados.

La puerta abierta entre las vallas  hace más de medio año para permitir el acceso a los okupas permanece cerrada con llave desde el incendio. Y esta no fue la única medida tomada. La constructora, una vez desalojados los okupas, acordonó con vallas metálicas, escombros y piedras los puestos ocupados, pero de momento no se atreve a derribarlos como exigen cada día los placeros. "Si hubiera voluntad, los puestos ya tenían que estar derribados hace tiempo", lamentó el presidente de los comerciantes de la Plaza de Abastos, Emilio González.

Urgencia y plazos

La constructora declinó hablar abiertamente de la situación, aunque reconoce que el derribo de las casetas es urgente para poder avanzar con la reforma. En estos momentos, los trabajadores están a la espera de que el Concello dé el visto bueno a la demolición.

El Concello dio de plazo hasta el próximo 5 de agosto (ya les había otorgado otros ocho días el pasado mes de junio que no llegó a ejecutarse) a los okupas para que dejaran libres los puestos. Esta medida fue hecha pública el día antes de registrarse el incendio. Ayer la entidad municipal, una vez que los okupas ya no están -ni tampoco se le permite el acceso al interior-, está a la espera de que el juzgado resuelva el litigo generado tras la ocupación de los puestos a finales del verano pasado.

El recinto de la Plaza de Abastos está vallado y a lo largo de los paneles metálico fueron instalados carteles que prohíben tomar fotografías y realizar grabaciones de vídeo. Cerca de las vallas está el Rianxo, en cuyos puestos se registraba ayer una intensa actividad comercial. Policías locales y nacionales mantienen un dispositivo de vigilancia en la zona para evitar el retorno de los okupas del mercado.

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