La decisión se adoptó después de los fallidos intentos de rebajar el tributo que grava la tenencia de vehículos
El Concello de Ourense mantendrá en 2022 invariables los impuestos, tasas y precios públicos de su responsabilidad, según trasladaron ayer desde el consistorio, una medida en la línea de lo que ha sucedido durante la última década y que solo se vio modificada con la aprobación de la rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que se hizo efectiva en dos anualidades, o los cambios en el recibo de la basura después de un acuerdo con Sogama.
La decisión de congelar los impuestos y las tasas se confirma después del fallido intento del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, de reducir al mínimo legal el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, un asunto que llevó dos veces a pleno sin los apoyos necesarios al no conseguir el respaldo de la mayoría de la Corporación, posicionándose en contra PSOE, BNG y los críticos de DO, argumentando que la merma de ingresos podía tensionar las arcas del Concello.
Desde el gobierno municipal, destacan que la medida contrasta con la adoptada en otras ciudades gallegas y españolas, “que aproveitaron este mes de decembro para actualizar e incrementar as taxas”. Justifican la congelación en que “nesta época hai que aliviar a presión fiscal”.