"El taller es el taller. Se puede dar toda la teoría posible, pero el alumnado tiene que tocar la maquinaria", dice José Luis Rodríguez, director del CIFP A Farixa ante la inminente vuelta al aula de otra modalidad educativa: la Formación Profesional. Cerca de 5.000 alumnos están matriculados en ciclos del régimen ordinario o a distancia en la provincia y el 16 de septiembre empiezan la docencia que, como en el resto de enseñanzas, tiene un protocolo específico que aún genera incertidumbre entre los centros y el alumnado de unos estudios que no se entienden sin la parte práctica.
Laboratorios indivisibles
"Hay preocupación y mucha por la vuelta, la situación de incertidumbre es tremenda aunque estén los protocolos aprobados", señala Abel Ocampo, director del CIFP Portovello, otro de los centros que más alumnado soporta en la provincia. En este caso, las ramas son menos técnicas, lo que facilita la adaptación del alumnado en caso de dificultades para los módulos prácticos. "La presencialidad es importante, pero en administración y comercio sería menos acuciante la situación que en un ciclo de soldadura o electromecánica", explica. Por este motivo, barajan una modalidad que contempla el protocolo de la Consellería de Educación para la Formación Profesional publicado el pasado 17 de agosto: una semipresencialidad restringida. "Hay ciclos que pueden impartirse a distancia, sería mucho más sencillo para nosotros que nos dijesen que empezamos de manera virtual hasta que se aclare todo", añade Ocampo.
El protocolo de la Xunta para la FP habla de la posibilidad de "escenarios de semipresencialidade", a criterio de cada centro educativo, pero limitado "ao 20% das horas lectivas no réxime ordinario" y hasta el 33% en el régimen de adultos. Carlos González, director de la Escola Profesional Santo Cristo, baraja esta alternativa.
"Pensamos en todas las posibilidades, nos permiten hasta el 20% de la duración de los módulos online pero no tenemos nada claro", explica González. En este centro sufrieron las consecuencias del covid los alumnos del ciclo de cuidados de enfermería: "Tendrían que empezar en septiembre las prácticas en centros hospitalarios y aún no tenemos confirmación". También ofertan una FP Básica de Peluquería: "Preocupa, la formación que recibían en el taller se verá muy afectada".
Alumnado del IES de Vilamarín, la estrella en ciclos relacionados con la hostelería, también muestra preocupación por cómo será la docencia en un entorno tan práctico. Desde la dirección del centro esperaban esta semana una reunión con representantes de Educación para conocer detalles de la vuelta al aula. El CIFP A Farixa sí dispone de ciclos técnicos. "El problema es que tenemos casi un 70% de clases prácticas, es muy difícil. Los alumnos tienen que tocar herramientas, habrá que mentalizarlos de que cuando se utilice una máquina, hay que limpiarla. Hay soluciones, pero es difícil. Los talleres están montados, no es separar pupitres", dice el director.
La FP espera 3.122 alumnos de nuevo ingreso en Ourense. Aún quedan vacantes en un periodo de matrícula extraordinaria que se abre en septiembre.
