La sala entiende que hay riesgo de fuga por lo que cree necesario que el investigado siga en la cárcel, atendiendo la argumentación del fiscal.
El principal encausado en este procedimiento penal, Juan Carlos Rodríguez González, seguirá en prisión provisional por orden de la Audiencia de Ourense, que rechazó los recursos de apelación de la defensa.
La sala entiende que hay riesgo de fuga por lo que cree necesario que el investigado siga en la cárcel, atendiendo la argumentación del fiscal.
Los magistrados ponderan varios factores para decidir mantener la prisión: la gravedad de la pena prevista para el delito de asesinato, de 15 a 20 años; la ocultación del delito, en tanto que el cuerpo fue de la víctima fue hallado de forma casual a los cuatro años de la desaparición, conviviendo los acusados a escasos metros de la viuda; así como la situación familiar y económica del acusado.
En contra de los alegatos de la defensa, la situación familiar de Juan Carlos justifica la cárcel. "El hermano del que dice la defensa está dispuesto a hacerse cargo de él (la madre falleció y el padre está muy enfermo) apenas ha mantenido vínculos de ningún tipo y reside en una localidad donde el imputado no ha vivido nunca", recoge el auto, añadiendo, además, que González es una persona "acostumbrada a vivir con escasos medios en el campo".
La sala tiene en cuenta, pese a que Juan Carlos se retractó en una posterior comparecencia judicial (el 15 de mayo de 2015), que "concurren indicios bastantes de responsabilidad criminal contra el imputado". En esa declaración, negó haber disparado a Martin e incluso toparse con él, pero, sin embargo, reconoció que "iba como un tolo" en el coche y que casi lo atropella. En su primera comparecencia, aseguró que disparó al holandés por miedo a que le atropellara.
