Un indigente de la ciudad cierra la semana con su tercera detención

El juez lo dejó en libertad pero no podrá acercarse a la víctima a la que coacciona, como medida cautelar

Humberto V.B., de 43 años, no se libró el fin de semana de pasar por la comisaría de la Policía Nacional. Fue detenido el sábado por coacciones, amenazas y desobediencia. 

Los agentes del grupo de Seguridad Ciudadana fueron alertados a las 15.000 horas porque molestaba a automovilistas y a los viandantes, a los que pedía dinero gritando y realizando gestos intimidatorios llegando incluso a escupirles, según la versión policial. En ese momento no lo encontraron pero poco después otra llamada avisaba de hechos similares en el interior de un establecimiento, en donde Humberto V.B. casi se pelea con un cliente.

El dueño del local explicó que desde el inicio del estado de alarma acude para llevarse bebida y comida sin pagar. En alguna ocasión, según él, el indigente le siguió gasta el garaje donde tiene estacionado el coche al término de la jornada laboral.

El propietario del negocio, asegura la Policía Nacional, hasta sufrió pérdida económicas desde que algunos clientes dejaron de ir para no encontrarse con Humberto.

Los agentes que acudieron en su búsqueda lo encontraron  sentado en un banco próximo y ante la presencia policial comenzó a gritar al tiempo que agitaba los brazos y no obedecía las indicaciones policiales. Fue detenido y conducido a la Comisaría. El juez de guardia lo dejó en libertad pero con orde de alejamiento con respecto a la víctima.

Durante la pasada semana, Humberto V.B. fue arrestado en tres ocasiones. No obstante, desde que se decretó el estado de alarma acumula 10 detenciones por delitos de desobediencia o amenazas.

Según valora la Policía, "pone cn peligro con sus conductas la salud pública".  

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