Contaminación

Indignación en Ourense por el nuevo vertido al Barbaña: "É un insulto para os cidadáns"

La recurrencia de los daños crispa a asociaciones y administraciones

La aparición de vertidos químicos y residuales es ya una constante en la zona del Barbaña. Tras los registrados ayer y el pasado domingo, asociaciones ecologistas y administraciones públicas se movilizan en busca de soluciones a un problema que todavía no tiene responsables claros. 

El río, que nace en el monte Cobreiro, en el concello de Allariz, pasa por Taboadela y San Cibrao das Viñas y discurre por la ciudad hasta desembocar en el Miño, sufrió su enésima agresión ambiental tras el reporte de dos derramamientos contaminantes en menos de una semana, que se suman a los múltiples registrados durante este año y originan una oleada de indignación entre las entidades ecologistas, que llevan años luchando “contra esta problemática e contra os delincuentes medioambientais que actúan con total impunidade”.

“É un insulto para o conxunto da cidade e da sociedade”, asegura Xosé Santos, miembro de la plataforma Ríos Limpos, el cual manifiesta que "o desleixo das administracións implicadas", como son "a Xunta, a Confederación Hidrográfica Miño-Sil e os concellos", demuestran "a súa incompetencia no tema" y ponen en riesgo "a saúde de todos os ourensáns". El ecologista cree que existen "medios humanos, materiais e técnicos suficientes" para investigar la procedencia de los vertidos, pero la falta de actuaciones ha convertido la zona en "unha desfeita contaminante e biolóxicamente morta".

Planes y análisis

Desde la Confederación Hidrográfica, que atribuye "en su mayor parte" la procedencia de los vertidos de estos últimos años a "la red de saneamiento de las empresas del Polígono industrial de San Cibrao", señalan que "se redactó un proyecto para dar solución a esta problemática", pero se ha demorado su finalización hasta más allá de 2023, para adecuar el procedimiento "a los requerimientos del informe de impacto ambiental", y advierten de que, según la Ley de Aguas y el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, las sanciones por daños al cauce van desde los 3.000 hasta el millón de euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. Además, la entidad revela que la ejecución del proyecto de colaboración para instalar una pieza (tamiz) en uno de los colectores de aguas residuales del río está "pendiente desde 2016 de la firma del Concello de Ourense que posibilite estas actuaciones", aunque actualmente no tienen constancia "de que se hayan realizado los trámites necesarios para tal fin".

El organismo avanza que "desde el domingo" se están recogiendo muestras "todos los días" para analizar su composición y esclarecer su procedencia, o al menos relacionarla con la actividad en la que estuvo implicada el vertido. "Hay algunos componentes que tardan más en identificarse, pero a partir de la semana que viene empezaremos a tener los resultados del estudio", finalizan. 

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