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La industria, ante el reto de cubrir perfiles profesionales aún inéditos

Un trabajador participa en el proceso de producción de piezas para la automoción.
photo_camera Un trabajador participa en el proceso de producción de piezas para la automoción (MIGUEL ÁNGEL).

La robotización o la digitalización de los procesos comienzan a sustituir a trabajos con un gran componente manual

El sector industrial será el que en el futuro va a sufrir las transformaciones más fuertes y también la mayor demanda de puestos de trabajo que aún no están rodados, pero ya no con el perfil actual. José Alfonso Marnotes, director xeral de Orientación e Promoción Laboral de la Xunta, adelanta que "todo lo relativo a la fabricación mecánica, todos los empleos de la gestión de procesos en las cadenas automatizadas, la industria 4.0, las tecnologías de la información y la comunicación son nichos claros de empleo".

En declaraciones a Telemiño adelantó además que las empresas industriales ya están necesitando técnicos en mecatrónica, robótica industrial o gestión de cadenas de montaje automatizadas, "pero también técnicos en energías renovables y en centros de producción y distribución de energía".

En la actualidad, según subraya Marnotes, "tenemos unidades formativas a disposición de los empresarios donde hay compromiso de contratación tras la formación y la mayoría son en materia industrial". La industria es la que más estabilidad laboral proporciona y en la que se pagan los mejores sueldos dentro de la estructura productiva.

Noelia Álvarez, técnica de selección de Ader, una empresa de trabajo temporal, indica que "después de unos meses complicados el empleo industrial está teniendo un ligero repunte", por lo que las empresas del sector piden determinados perfiles profesionales a las ETTs. "El sector aeronáutico lleva una temporada estable y en alimentación o empresas vitivinícolas se está acentuando un poco la contratación", dice Noelia Álvarez.

También en el sector industrial se aventura un repunte de actividad en la automoción en el último cuatrimestre del año. La entrada en la cadena de producción en la planta de PSA en Vigo de nuevos modelos adelanta una mayor actividad en las auxiliares ourensanas, que hacen piezas para varias marcas, la mayoría para la planta de la ciudad olívica.

La industria ha tenido un buen comportamiento desde el punto de vista laboral en los últimos diez años, pasando de los 3.888 desempleados en el 2009 a los 2.306 de marzo de este año.


Los otros sectores


Aún así, buena parte de la estructura socioeconómica de la provincia descansa sobre el sector servicios, pero es el que peor comportamiento está teniendo en los últimos diez años. La actividad, principalmente sustentada por el comercio y la hostelería, está sujeta a una gran estacionalidad, a contratos temporales —con bajos sueldos en la mayoría de los casos— y a una gran inseguridad. La mayor parte de los desempleados de la provincia pertenecen al sector servicios. Y, además, es el gremio que peor ha evolucionado en el decenio: en el año 2009 había 12.975 parados inscritos y diez años después —con cifras del pasado mes de marzo— se contabilizaban 12.396. Efectivamente, ha descendido el paro, pero menos que en las otras actividades.

A su lado se sitúa la agricultura, pero no resiste la comparación ya que esta actividad apenas tiene latido laboral en la provincia. En el año 2009 había 764 parados y en el 2019 la cifra sube hasta los 1.070 en las faenas agrícolas. La construcción también recupera tono con una reducción de desempleados de más de la mitad en diez años, pasando de 3.438 parados en el 2009 a los 1.614 de marzo de este año. 


Casi 3.000 parados creen que no hallarán empleo


La modificación de los procesos productivos llevará consigo una gran capacidad de adaptación por parte de los trabajadores. Pero no será fácil acabar con el pesimismo que se instala en amplias capas de la sociedad. De acuerdo con los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA) aún hay en Ourense una cifra muy importante de personas varadas en la incredulidad. Este observatorio dice que, de media, en el año pasado había 2.800 personas paradas y que creían que no encontrarían empleo. 

Si cabe, lo único positivo es certificar que la cifra es menor que la de los dos ejercicios anteriores: 3.500 personas en el 2016 y 3.100 en el 2017. 

En Ourense, según la EPA, hay 141.000 personas inactivas, con la tasa más alta de España. ¿Cuáles son los motivos que esgrimen para estar en esta situación?. La mayoría, dicen que están jubilados pero en otros epígrafes las cifras son llamativas. 16.900 ourensanos dicen que no están en condiciones de emplearse por enfermedad o incapacidad. A su vez, 3.500 se dedican a cuidado de niños y adultos enfermos o 6.300 más —entre otros grupos de personas— que tienen otras responsabilidades familiares o personales. 

Las cifras

19.265
Es el número de parados inscritos en Ourense en marzo de este año. Hace diez años se contabilizaban 23.416
1.070
Es la cantidad de ourensanos  demandantes de empleo en el sector primario, frente a los 764 del año 2009
2.306 
Es  el número de parados en la industria, frente a los 3.888 que se contabilizaban hace un decenio
1.614 
Número de desempleados en construcción. En el 2009 había 3.438
12.396 
Es el número de parados del sector servicios, que tenía 12.975 en el  año 2009

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