ENTREVISTA

Arno Formella: "El sector de los drones es estratégico y nosotros estamos formando a esos ingenieros"

Dibujo
photo_camera Arno Formella, director de la Escuela de Aeroespacial.

El director de la Escuela de Aeronáutiva destaca que el grado de Ingeniería Aeroespacial "es y será muy importante" para Ourense, con ejes como "la sinergia con las empresas o la llegada del AVE, que dejará Madrid a dos horas"

En España hay dos personas con el apellido alemán Formella. Una es el director de la Escuela de Aeronáutica de Ourense y la otra, su hija. El dato lo cuenta Arno Formella (Saarlouis, 1963), mientras escribe en la libreta del periodista la grafía correcta del apellido, "con m, no con n". Está en su despacho del Campus, donde guarda la placa base del ordenador que diseñó haciendo la carrera. "Diez veces más potente que en el que estaba trabajando". Eso fue en 1988. Once años más tarde desembarcó en Ourense para dar clase en el segundo ciclo de Informática, recién instaurado. Ahí le dirigirá la tesis a Fernando Aguado, que como responsable del proyecto Xatcobeo le encargaría a Formella el diseño del software de los dos satélites "made in Galicia" que se han mandado al espacio. Estos vínculos con el sector aeroespacial inclinaron la balanza para que el ingeniero informático tuviese un asiento en la junta de titulación encargada de diseñar el plan de estudios de Aeroespacial en Ourense. Un grado del que se convirtió el año pasado en su primer responsable tras el accidente de José Antonio Vilán. En su segundo curso, es una cascada de plazos y datos. ¿Cuadriculado? "Esto es una ingeniería, somos ingenieros. Trabajamos según la elaboración del plan, revisión e implantación". Entonces, ¿organizar una carrera es como diseñar un satélite? Se ríe.

En perspectiva, la batalla por la implantación de Aeroespacial ha valido la pena.

Se buscó una solución a un problema que estaba ahí, implantando una nueva ingeniería en la Uvigo, con este Campus como sede. Creo que es y será muy importante, con ejes como las sinergias con las empresas en una ciudad que con la llegada del AVE estará a dos horas y media de Madrid.

Lleva las riendas de una de las joyas de la corona de la Uvigo.

Ahora mismo, ninguna universidad de España con esta titulación tiene problemas de alumnos. ¿Joya de la corona? Es una titulación como cualquier otra, en el Campus estamos todos unidos. Lo importante es dar capacidades a los alumnos y que, por supuesto, encuentren su camino cuando salgan.

Parece que ese camino es muy bueno.

Sí. Las perspectivas laborales son muy buenas. En los últimos datos que tengo, el 100% de los ingenieros aeroespaciales alcanzaron un empleo en su área un año más tarde de acabar la carrera. Pero pasa lo mismo en Informática. Tenemos la suerte de que cada vez hay más tecnología en la sociedad, con lo que supone.

En 2020 será cuando salgan los primeros ingenieros aeroespaciales “feitos" en Ourense.

Nuestra tarea es "fabricar" ese producto de ingeniero terminado, y que luego se absorba en la industria. Al ser una profesión reglada, estamos trabajando en el máster en Ingeniería Aeronáutica, para que nuestros alumnos puedan seguir aquí tras terminar el grado. Hay que buscar un fórmula para lograrlo, de momento, tenemos de "partner" a León.

¿Y los drones?

Hemos solicitado otro máster de sistemas no tripulados en colaboración con la USC, en el Campus de Lugo. Ahí se puede ver el amplio uso de los drones. Es un sector emergente, estrátegico, y nosotros estamos formando a esos ingenieros.

La semana pasada Airbus firmó un acuerdo de compraventa histórico. Tampoco ese sector detiene su crecimiento.

Cada vez hay más tráfico aéreo. La clave está en cómo hacer los aviones más eficientes, ese será el gran reto que tendrán que resolver nuestros alumnos, porque el ingeniero aeroespacial está en el medio de todo. Diseña la aerodinámica del avión, pero después es el que establece un diálogo constante entre todo el proceso. Desde el motor y su mantenimiento hasta el hormigón adecuado para el aterrizaje del avión.

El reto para Ourense será lograr que estos ingenieros se queden en la provincia. Las empresas, de momento, se quejan de que les faltan titulados.

Ingenieros faltan en toda Europa. Faltan profesionales en este sector que sean flexibles, que aprendan, cada dos años hay nuevos desafíos.

Para fijar el talento, los expertos sitúan como clave la colaboración entre la universidad y lo privado.

En nuestro plan de estudios, los alumnos tendrán en el cuarto curso prácticas en una empresa. Falta poco, dos años, de momento vamos a hacer convenios con empresas, con instituciones, para que en el verano del 2019 hagan las primeras prácticas.

Coasa, Aerocámaras…

Sí. O también hacer en un aeropuerto, ¿por qué no? Ahí también se necesitan ingenieros. Existe un abanico muy amplio para nuestros estudiantes.

"Desde aquí se puede llegar a cualquier sitio, pero hace falta esfuerzo y suerte". Lo decía un físico ourensano que trabaja en Microsoft. ¿Cómo es su alumnado?

Muy proactivo, exige cosas y nosotros intentamos satisfacerles. Reclamaron clases en inglés, ya estamos dando prácticas en este idioma. Ahora estamos elaborando un plan de internacionalización. Y a ver si en tercero podemos dar ya una asignatura en inglés.

Decía que el tercer curso es el reto. La primera promoción llegará a él el próximo año.

Ahí es cuando se empieza a desarrollar la propia carrera. Hacen falta más laboratorios, infraestructuras... estamos en ello, y contamos con el apoyo de Universidade y Xunta. Ahí está también el Campus da Auga, donde tendremos un espacio.

¿Se plantean aumentar plazas?

Hay que mirar. La infraestructura actual en el Campus de Ourense está para 50, ahora mismo para más estudiantes no tenemos ese músculo.

Pero las solicitudes de acceso se multiplican por siete.

La demanda es alta. Cuando haya más infraestructuras se podrá hablar del tema.

Entre los que han logrado entrar, hay más mujeres que en otras ingenierías.

El primer año, el 35% y en el segundo un 20. Más que el doble que en la mayoría de este tipo de titulación.

Siguen siendo muy pocas, ¿no?

No sé la razón. Ingeniero puede ser cualquiera. Vimos esa inquietud, analizamos las notas, no hay diferencias. Vienen igual de preparados. Es un tema que hay que tratar. ¿Por qué se da? No lo sé. En ciertos campos pasa esto, es una cosa social. No se puede esperar que cambie en un año ni en dos, será más lento.

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