SUCESO

A prisión por maltratar a su mujer e incendiar su vivienda

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photo_camera El detenido pasa a disposición judicia en la mañana de ayer.

El fuego comenzó en sábanas colocadas en el pasillo y también apareció un peluche "destripado"

La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Ourense acordó a última hora de la mañana de ayer enviar a la cárcel al ex guardia civil Luis G.G., de 47 años, investigado por un delito de malos tratos del artículo 153 y otro de daños mediante incendio. La representante del ministerio público pidió prisión en la comparecencia previa en base a la posible reiteración delictiva y el riesgo de destrucción de pruebas.

El investigado fue detenido por la Policía Nacional en la tarde del miércoles tras la denuncia presentada por su exmujer esa misma mañana cuando fue informada que alguien había provocado un incendio en el momento en que ni ella ni su hija adolescente se encontraban ya en la casa de alquiler de Río Tuño. El fuego provocó importantes daños en la vivienda, aunque fue atajado a tiempo. Los bomberos localizaron ropa de hogar -sábanas- acumulada en el pasillo, en donde se prendió el principal foco, y restos de líquido inflamable por toda la vivienda. La rápida intervención hizo que las llamas no sobrepasaran el pasillo, aunque sí el humo. Asimismo, apareció "destripado" con un cuchillo un muñeco de peluche que estaba en el piso.

Según confirmaron fuentes cercanas al caso, constan varias llamadas al supermercado en el que trabaja la víctima en las que un varón preguntaba por ella poco antes de comenzar su jornada laboral.

El inculpado, quien ya cumplió dos condenas por tráfico de drogas y le constan juicios de faltas en Ribadavia por agresiones leves, negó todo. Tanto los malos tratos y amenazas que relató su esposa durante los 20 años de convivencia marital como el delito de daños.

Luis G.G. asegura que estuvo toda la mañana en Cortegada, en donde reside. Según su versión, tiene testigos que lo acreditan. Asimismo, descartó por completo la opción el incendio en tanto que, según su testimonio, no tiene llaves del piso. La puerta no estaba forzada pero la inquilina no había pasado la llave.

Pero tanto la fiscal como la jueza valoraron la gravedad de los hechos y la protección de la denunciante para optar por la prisión provisional. Aunque está pendiente de investigación, Luis G.G. tenía fácil acceso al combustibles porque trabaja en la tala de árboles.

El incendio comenzó pocos minutos después de las nueve de la mañana en un primer piso del número 2 de la calle Río Tuño cuando un vecino dio la voz de alarma al ver salir abundante humo. En ese momento, la inquilina ya se encontraba en el trabajo, un supermercado cercano, y la hija menor, en el colegio.

Los bomberos alertaron a la Policía Nacional al comprobar durante la extinción la existencia de acelerantes de la combustión (sábanas en el pasillo y restos de un líquido inflamable). El fuego en la casa fue el detonante para que la moradora decidiera relatar a la policía los episodios de violencia de género que había padecido.

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