Hay quien ha ofrecido a las cocinas del Complexo Hospitalario mil kilos de rodaballo para que el servicio los prepare y los reparta entre los enfermos ingresados. El proveedor que hace la donación declina protagonismo. En esta crisis sanitaria aflora el compromiso porque la ruleta de la pandemia gira desde hace unas semanas y las costuras sanitarias se han deshilachado, superadas por el aluvión de enfermos que requieren de todo: equipos especializados, pero también batas, mascarillas, incluso prensa y revistas para estar al tanto.
Ahí está la sociedad y muchos colectivos para arrimar el hombro. Por supuesto, las empresas. Las donaciones proliferan, "imposible contar as que recibimos a diario no Complexo Hospitalario", dice Ana María Gómez, coordinadora de Enfermería del CHUO, actualmente destinada en la Residencia de Os Milagros. "Hay moita xente que aparece pola porta do hospital con caixas de material pero non queren decirnos nada, déixanas e vanse", advierte.
Hace unos días la multinacional textil ourensana Sociedad Textil Lonia (STL) hacía entrega del primer lote de batas para la UCI del CHUO, "como otras empresas del sector", decían fuentes de la compañía que tiene su fábrica en Pereiro de Aguiar. Inditex sigue entregando material de primera necesidad a la red sanitaria pública, pero también firmas de menos brillo mediático. Fuentes del Complexo Hospitalario indican que hay aportaciones importantes de empresas del textil "que no quieren que se difunda su nombre de ninguna manera".
En el complexo ven que "hay muchas empresas que nos ayudan, sobre todo con material de protección y pequeñas empresas del sector agrario, ferreterías y otras muchas, que vienen, entregan las cajas y no quieren decir ni quienes son". Se han dado cuenta que "hay mucho héroe anónimo también estos días".
MUCHOS EJEMPLOS
Pero también hay empresas que no tienen inconveniente en dar a conocer su gesto. Maforgal es una empresa que comercializa maquinaria y material de agricultura y la jardinería. Ramón Fernández, su responsable, confirma que han adaptado las pantallas que se usan al desbrozar, "sustituindo o plástico para adaptalo con policarbonato e estámolas distribuindo ao Sergas, ao 061 e ás farmacias". El sistema sanitario ha recibido ya 500 piezas de este material.
El gigante automovilístico francés PSA, con planta en la Zona Franca de Vigo mantiene su producción parada desde el decreto de alarma, pero esta misma semana donó para el Complexo Hospitalario de Ourense dos coches y una furgoneta.
"Estamos confinados, no parados” dicen en la Asociación de Jóvenes Empresarios. La entidad, en colaboración con el Grupo Cuevas y los taxistas, hacen un servicio de entrega a domicilio a personas necesitadas y el personal sanitario dispone de taxi gratis. Se han dispensado 230 menús, se han hecho 80 compras y más de un centenar de viajes en el transporte público.
Las donaciones tecnológicas alcanzan también a las tabletas, dispositivos móviles que permiten a los pacientes en aislamiento mantener el contacto con sus familiares "en aquellas habitaciones en las que no tengamos las pantallas interactivas", dicen en el CHUO. "En estas, por videoconferencia, ya se están produciendo las comunicaciones".
En el hospital público agradecen las aportaciones de empresas y particulares. Ana María Gómez, supervisora, reconoce que "é máis fácil facer doazóns no hospital porque queda na cidade, é centrico e a xente ou as empresas poden acercarse". Pero ella está estos días en Os Milagros, en Baños de Molgas, por lo tanto "é máis difícil chegar ata aquí, pero as aportacións seguen producíndose", dice.
La farmacia envía medicamentos a través de Protección Civil, el Concello también aporta pantallas, los particulares traen libros, alguna librería regala rotuladores y pinturas para que los enfermos estén distraídos. "Cada vez que levantamos o teléfono para solicitar algo a resposta é inmediata", agradece Ana María Gómez. Siempre hay alguien al otro lado.
