ACOGIDA DE REFUGIADOS

La integración de refugiados en el rural ourensano verá la luz en 2019

El proyecto pionero de acogida de personas en casas rectorales pretende integrarlos en un año

La provincia de Ourense acogerá un proyecto piloto en la acogida de refugiados de distintos países, denominado Rimur.gal, que se espera que esté en marcha a finales de este 2018, y que en un plazo de dos años pueda ser tomado como referencia  por otras provincias de España e incluso en otros países de la Unión Europea. 

La Diócesis de Ourense pondrá a disposición de diferentes entidades sociales casas rectorales deshabitadas en la provincia, que tendrán que ser reformadas para ser como centros temporales de acogida, en los que se intentará insertar laboralmente a las personas solicitantes de asilo, priorizando a aquellas que tengan conocimientos previos del mundo agrario. Aunque también se les formará en otro tipo de necesidades de una provincia envejecida como Ourense, como es el cuidado de personas mayores. 

Según el cronograma del proyecto, habrá una fase de acogida de seis meses (formación agrícola), y una fase de integración en el concello (prácticas con las empresas) , que buscará que sean autónomos en poco más de un año. 

Tal y como había avanzado este periódico, el pasado 24 de abril se perfilaron en una reunión en Madrid los detalles de un programa piloto que combina la acogida de refugiados con la lucha contra la despoblación. Ayer mismo, el Obispado acogió un nuevo encuentro, con alcaldes, empresas y entidades colaboradoras, para avanzar nuevos pasos. 

El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, apeló al espíritu emigrante de los ourensanos para resaltar el interés por "tender pontes"  con las personas que se ven obligadas a "facer unha vida fóra da súa terra". Cree que el desarrollo de este plan de integración supone un "paso de xigante" en el que hay distintos concellos involucrados.  Vázquez destacó que el proyecto, en el que colabora el Concello de Ourense, cumple la máxima de "dar a caña e non directamente o peixe" y que la propuesta es "solidaria" y una "alternativa ao envellecemento". 


Colaboración


El director general de Migraciones, Ildefonso de la Campa, resaltó la "buena voluntad" del Obispado de Ourense para la puesta en marcha, tras recordar que las conversaciones se iniciaron ya "hace un año". De la Campa también puso de relieve la estrecha colaboración, no solo con la Diócesis de Ourense, sino con entidas sociales y empresas, como Cervezas Pardao, que ayudarán a la formación de estas personas en el entorno rural. El director general de Migraciones mostró la intención de que Ourense "sirva de modelo a otras provincias", y subrayó que "también la UE está interesada en el proyecto". 


Ubicaciones


Los miembros de asociaciones de ayuda al refugiado tendrán que revisar las ubicaciones propuestas por el Obispado para presentarlas a las convocatorias para acoger a personas en busca de refugio  y, para ello,  Arquitectos sin Fronteras estudiará las reformas que se deberán acometer. En principio, entre los lugares ofrecidos están varias rectorales en concellos como Xinzo de Limia y Monterrei, donde se totalizan cerca de una veintena de fincas para poder empezar la formación. Sin embargo, en cartera hay 10 óo12 que se están revisando, para poder configurar la oferta. En próximos días, empezarán las primeras visitas para inspeccionar estas ubicaciones.


240 refugiados en la provincia


La elección de Ourense para la puesta en marcha de este proyecto no ha sido casual. Ya hay en la actualidad 240 refugiados viviendo en la provincia, aunque en pisos de acogida están 42. La Dirección General de Migraciones ha valorado la "buena disposición" de la sociedad ourensana, que "cumple las necesidades de la estrategia por el reto demográfico", y que hay "empresas implicadas a fondo".  Los tiempos que baraja la Secretaría General de Migraciones para los primeros avances se sitúan a finales de 2018, y esperan que en un máximo de dos años "podamos tener las primeras evaluaciones". 

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