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Las inversiones previstas en la ciudad continúan en el aire

photo_camera El elevador proyectado para salvar el desnivel de la Cruz Alta precisa de fondos del remanente.

Retrasos en la liquidación y falta de acuerdo político dificultan aprobar la modificación de crédito

La segunda fase del plan de inversiones que se activó a finales de 2016 a petición de las federaciones vecinales poyado por PP y PSOE con una modificación de crédito de casi 13 millones de euros está en el aire y sigue dilatándose en el tiempo por la burocracia administrativa y la falta de acuerdo político entre gobierno local y oposición.

Al cierre del pasado ejercicio, únicamente se habían desbloqueado unos diez proyectos de envergadura, quedando pendientes actuaciones novedosas como los primeros elevadores mecánicos de la ciudad, en la Cruz Alta y Ervedelo, así como la mejora de calles y barrios del perímetro rural.

Según indicaron hace unas semanas los concejales José Araújo y Ana Fernández Morenza, será necesario aprobar una modificación de crédito de unos nueve millones, pero el expediente sigue sin ver la luz.

Por un lado, la reintegración del remanente de tesorería, de donde saldrán los fondos, al presupuesto no puede completarse porque todavía no se ha aprobado la liquidación de las cuentas del pasado ejercicio, al encontrarse los servicios económicos del Concello con un problema con la plataforma informática con la que se deben volcar los datos.

Una vez solucionado este problema, espera otro quizá más empinado, convencer al PSOE de que vuelva a apoyar la modificación presupuestaria, algo que a raíz de las manifestaciones de su portavoz, José Ángel Vázquez Barquero, requerirá mucho trabajo.

El socialista echa mano de un informe del interventor para explicar que la primera fase del plan de obras únicamente consiguió ejecutar el 5% del presupuesto con el que contaba, un porcentaje que desde el gobierno municipal elevan al 50%, al incluir las obras que se están ejecutando este año pero que no han finalizado.

Además, el PP presiona al PSOE asegurando que "habían dado su palabra a las asociaciones vecinales de apoyar el crédito". 


El Concello paga cada vez más tarde sus deudas con proveedores


La falta de disponibilidad de los fondos sobrantes del pasado ejercicio también están afectando a la capacidad del Concello de Ourense para hacer frente a las deudas contraídas con sus proveedores, que en marzo cobraban con una tardanza media de casi 55 días, muy por encima de los 30 que fija el Ministerio de Hacienda como tope legal.

Desde principios de año, el período medio de pago de facturas no ha dejado de aumentar, ya que enero se situó por encima de los 40 días y en febrero más allá de los 46.

"Primeiro deben incorporarse os remanentes do exercicio anterior e para iso fai falta a liquidación do orzamento de 2017", señalaba la responsable de Facenda, Ana Fernández Morenza, a la oposición durante la junta de área de esta semana, en la que señaló que también afectan los problemas con el sistema informático a la hora de tramitar los pagos.

La oposición ha criticado con dureza el aumento del retraso para hacer efectivas las obligaciones con los proveedores. 

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