Durante la tarde de este pasado domingo, un vagón del tren que cubre el recorrido entre Ourense y Santiago de Compostela comenzó a arder a la altura de Lalín, obligando a, según informaron fuentes de Axega, 64 pasajeros a desalojar el vagón.
El maquinista detectó un fallo de presión hidráulica, por lo que decidió interrumpir el viaje, según fuentes cercanas a Renfe. El fallo obligó a suspender el viaje al acabar incendiándose en uno de los coches motores. Los pasajeros acabaron sus ruta en un autobús dispuesto por la empresa.
En un primer momento, y debido a que se había detectado una rotura de un latiguillo hidráulico, se asocio a esto el incendio. Sin embargo, los técnicos que se desplazaron al lugar, sospechan que las llamas comenzaron en el techo del vehículo, lo que supondría que el fuego no se inició a causa de la rotura del latiguillo, si no que tuvo que haber también una avería eléctrica en el coche que lo provocase.