El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, valoró esta mañana la investigación de la Fiscalía para saber si cometió los delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos en su decisión de bajar los bolardos. Lo hizo a través de una nota de prensa en la que señala que todo el proceso se basa en una denuncia "cobarde" y manifiesta sus sospechas hacia "un policía local".
"Una denuncia surrealista y sin base contra mi persona genera una pérdida de más de 100 horas de trabajo a funcionarios públicos (funcionarios, Fiscalía y del Concello). Por suerte, como alcalde, tan sólo perdí media hora, la de la declaración de ayer ante la Fiscalía. Se trata de una denuncia anónima (entonces cobarde) ante Fiscalía. Sospecho de un policía local u otro funcionario del Concello por el modo de escudriñar las ordenanzas municipales, buscando lo que no hay", apunta en el escrito.
Por último, ante las declaraciones realizadas esta mañana por el PSOE de Ourense, donde señalaban que Jácome "sigue pensando que el Concello es un negocio", apunta que "ante cualquiera denuncia ante Fiscalía, proceden a investigar. Entonces, si yo mañana denuncio a cualquier alcalde del PSOE por prevaricación o por cualquier otro delito, entonces por analogía tendría que dimitir al momento, según lo que dice ahora el PSOE", finaliza Jácome el comunicado.
