Como un conductor que circula en sentido contrario por una autovía y piensa que los demás son los que están equivocados, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha decidido enrocarse en uno de los asuntos que desde hace años piden un gran acuerdo político para desbloquearse, como es la aprobación de un nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).
El pleno extraordinario convocado ayer por la Alcaldía para debatir una iniciativa, no vinculante, en forma de moción de DO solo ha servido para reafirmar que 22 concejales de la Corporación piensan de una forma y cinco, los cuatro de DO y el no adscrito Laureano Bermejo -alineado con Jácome desde hace meses en todo- de otra.
Con esos números, el alcalde pretendía que la oposición respaldase seguir adelante con un PXOM que ha incorporado sus planteamientos, como son posibilitar un rascacielos en la Finca Santamariña o encajar un parque acuático termal. Sin embargo, desde un principio, el regidor dejó claro que también había activado ya el modo precampaña electoral, consciente de su soledad en este tema al ser un asunto ya debatido en el pleno de octubre en el que ya quedó claro el deseo de la mayoría del consistorio ourensano.
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“Estamos nun mitin, algo que non sorprende. Só busca xustificarse coa táctica do ventilador porque non fixo nada do curso e agora vése apurado porque chegan os exames. Aprobouse convocar a comisión de seguimento, negociar e unha exposición pública e vostede pretende impoñer, déixese de cortinas de fume”, le contestó el portavoz del BNG, Luis Seara, después de que Jácome atacase a los nuevos candidatos del PP y el PSOE, Manuel Cabezas y Paco Rodríguez, en un aperitivo de lo que seguramente sucederá a partir de ahora.
Por parte de sus exsocios de gobierno, que le situaron en la Alcaldía en 2019, la popular Sonia Ogando fue también contundente. “Esto es un paripé, una pantomima después de marear la perdiz durante dos años con el rascacielos. Bloqueó algo que estaba listo por su exceso de vanidad y arrogancia y ahora quiere hacerse la víctima”, señaló la concejala del PP antes de señalar que los cambios incluidos por Jácome “pueden suponer indemnizaciones millonarias y que los inversores se vayan a otras ciudades”.
Desde Ciudadanos, José Araújo (que se abstuvo en la votación) censuró el “nulo interese en aprobar o PXOM neste mandato, no que se perdeu moito tempo e houbo moito oscurantismo”. El edil naranja añadió que “unha cidade sen plan ten moitísimos problemas” y recordó a Jácome que “unha ampla maioría pediu unha folla de ruta coa que o plan podería saír hoxe adiante se o alcalde consensúa algo”.
Mientras, la encargada de defender la postura del PSOE fue la viceportavoz del grupo, Natalia González, que insistió en el argumento del resto de formaciones políticas. “Non entendeu nada do último pleno, isto é un paripé e a culpa da situación é da súa falta de diálogo e da súa ineptitude. É un farsante”, espetó la socialista al regidor. González explicó que “as cousas faranse doutra maneira, goberne quen goberne” a partir del próximo mes de mayo, cuando espera que Jácome abandone el gobierno local, ”xa que mentres vostede estea como alcalde, non se vai aprobar un PXOM”.
No ocultó el alcalde ourensano, segundos antes de la votación de la moción, que deja el PXOM bloqueado: “No tiene sentido seguir porque lo van a a rechazar”. Ni una mano tendida para buscar una posible salida, condenando así a la ciudad a prolongar su desaguisado urbanístico.
