El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, parece dispuesto a cambiar por completo la organización interna del Concello de Ourense, y ha encargado una novedosa auditoría interna en la que pide a los jefes de servicio que valoren del 1 al 10 la carga de trabajo de los empleados municipales.
La providencia emitida por Jácome, que ha enviado a las distintas áreas municipales, amenaza con enturbiar un poco más la relación con los representantes de los trabajadores, que ya advierten que, de hacerse realidad, se plantean "movilizar al personal para que se dedican simplemente a hacer sus funciones y no otras, como hacen ahora mismo por la escasez de personal, lo que creen que, de verdad, podría "paralizar" al Concello.
La Alcaldía quiere hacer acopio de información sobre los empleados del Concello y la optimización de sus puestos. "Es lo normal, al igual que se hacen informes del rendimiento del personal en la empresa privada, ¿por qué no se van a hacer en la pública", indican fuentes municipales.
Sin embargo, desde la junta de personal se sienten señalados con actuaciones así, ya que consideran que se les impone una especie de "reválida" que para nada es justificado. "En la mayoría de servicios hay gente haciendo más funciones de las que les corresponden por falta de personal. Hay departamentos en los que hay una persona sola, ahí debían tocar. Si quieren ir por ahí, pediremos que cada uno se dedique a lo que le corresponde, y ahí se podría paralizar la vida municipal, parece que es lo que están buscando", dice el presidente de la junta de personal, José Manuel Rodríguez.
En el escrito remitido por Jácome a los jefes de servicio se ordena que "remitan a esta Alcaldía, a la mayor brevedad posible, una relación de todo el personal asignado a su área, detallando el puesto desempeñado por cada uno, así como una valoración de la carga de trabajo actual que recae sobre la persona asignada a dicho puesto, indicándolo con una escala de 1 a 10, y entendiendo el 1 como una menor carga y el 10 como la mayor carga de trabajo posible".
Algo que parece "normal" para el líder del equipo de gobierno, para Rodríguez debería implicar que los jefes de servicio "se tengan que plantar y decir que esa no es su función. Tienen que velar por el funcionamiento del servicio, no valorar del 1 al 10". La medida fue puesta este viernes en tela de juicio desde la oposición por Ciudadanos y el PSOE.
La tensión va in crescendo, pues el viernes mismo la junta de personal acordaba pedir a Jácome que "cese nos seus continuos ataques" y que haga una "rectificación pública" , y solicitaba por registro una reunión de urgencia con el PP, socio de gobierno, para conocer su posicionamiento, y en base a ello, tomarán medidas.
