El belén de Arturo Baltar, también conocido como "belén de Ourense," podría cambiar de emplazamiento para tener más visibilidad. Así lo sugirió este lunes el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, que horas después de anunciar su idea lo matizaba en el propio Facebook de su formación, señalando como "prioridade" el mantener su ubicación actual en la praza de San Cosme e San Damián y como objetivo "realzalo" y darle "máis visibilidade".
La noticia de un cambio de ubicación del belén más emblemático de la ciudad cogió al sector cultural por sorpresa y, aunque no todos verían mal un cambio de ubicación, asumen con recelo que se pudiera hacer con el artista ya desaparecida, ya que podría causar un impacto importante en su obra.
Además, se enfrentan a la complejidad que supondría separarlo del espacio expositivo, abierto en 2010 tras la remodelación del edificio anexo a la Capilla para albergar una parte significativa de su obra, y que contó con la voluntad verbal de Baltar de quedarse "para sempre".
El problema de la perspectiva
Pese a que todos reconocen que la obra se encuentra en cierta parte "encajonada" en su actual emplazamiento y que no se puede ver desde diferentes ángulos, ya que solo permite la visión frontal, fue diseñado por el autor, Arturo Baltar, para ese emplazamiento, por lo que cualquier cambio podría poner en peligro su esencia.
"El autor lo dispuso así para ser disfrutado con esa perspectiva, por lo que cualquier cambio habría de ser, al menos, consultado y muy medido, porque, además, en cualquier traslado se pueden sufrir desperfectos las piezas", apunta José Natalio Blanco, presidente de la Asociación de Belenistas de Ourense, entidad que le había hecho el encargo en 1967 al artista.
Para el escultor Acisclo Manzano, lo "ideal" sería que se quedase en el lugar actual, donde fue consensuado con su autor, y donde se encuentra el museo que honra su obra. "Mejor que no lo anden tocando y dejarse de ocurrencias", sostiene el que fue un gran amigo de Baltar.
Objetivo: realzar la obra
El alcalde , Gonzalo Pérez Jácome, sacó ayer a la palestra una "antiga idea que sempre tivo Democracia Ourensana: realzar e aumentar a difusión expositiva do Belén de Baltar". Para ello, planeó en un inicio un " emprazamento distinto", con el objetivo de "aumentar a súa visibilidade e popularidade", además de dotarlo de un "acceso máis próximo", para que se puedan ver los lados y fondos, y no solo la parte frontal de esta "xoia ourensá".
Jácome compara el "éxito" del belén recreado esta Navidad en la plaza de Bispo Cesáreo con lo que podría traer un cambio de ubicación del Belén de Baltar, para convertirse en "foco de atracción". Poco después de plantear su propuesta, dio una vuelta de tuerca a la misma, y se limitó a anunciar la intención de "realzar" el actual belén, simplemente abriéndose a "plantexar alternativas" en cuanto a su emplazamiento.
Tantos cambios de planteamiento impiden hacerse una composición clara de los planes, aunque la idea no es tan mal recibida por los expertos de la cultura ourensana.
El profesor y crítico de arte Xabier Limia de Gardón cree que el actual emplazamiento en la praza de San Cosme "sempre me pareceu que non foi o lugar máis axeitado". En este sentido, propone aprovechar la revitalización cultural del complejo de San Francisco, donde se sitúa la Biblioteca y pronto llegará el Archivo, para trasladar tanto el belén de Baltar como sus retablos, "se se fai en boas condicións", que ya estuvieron allí hasta que tuvieron que ser trasladados por los desperfectos sufridos por la lluvia.
La opción de San Francisco
"Sería bo cambialo se se consegue unha visión completa do mesmo; os tempos son axeitados para que regresen os seus retablos a San Francisco, e acompañados do belén, para converter esa área na nova acrópole cultural". Limia de Gardón cree que ayudaría a revitalizar la presencia de Baltar y que "gañaría Ourense".
El historiador se atreve a proponer la capilla de la Orden Tercera situada en el complejo cultural. "Sería un rebote marabilloso que volvese cos franciscanos, a orde que impulso a tradición dos beléns".
Por su parte, el historiador Afonso Vázquez-Monxardín reconoce que le "chistaba máis" la ubicación del Belén de Baltar en la Catedral, por lo que no le parece "absurdo" un posible cambio, pero deja claro que "o Belén de Ourense é ese" y que hay que "potencialo".
