La negativa a ceder la alcaldía a Pérez Jácome y la decisión de PSOE y Ourense en Común de votarse a sí mismos puede garantizar su investidura
El futuro gobierno municipal de la ciudad obligará a pactos puntuales o a una coalición entre dos o más fuerzas políticas porque así lo han querido los ciudadanos; la cuestión es quién y cómo garantizar estabilidad y gobernabilidad en una Corporación con cuatro grupos municipales, sin mayoría absoluta (ni cercanos a ella) y con dos cabezas de cartel que aspiran a ser alcaldes. Lo primero parece despejarse después de que el aspirante del PP (10 concejales), Jesús Vázquez Abad, haya confirmado que su intención es salir airoso del proceso de investidura y formar gobierno, en minoría o con un pacto. Además, asegura que la alcaldía es innegociable y él, como el responsable de la fuerza política más votada, debe asumir tal responsabilidad.
No olvida el grupo popular que la alcaldía de la ciudad de As Burgas es un bombón para un PPdeG que, con toda probabilidad, será apartado del gobierno de las grandes ciudades, de todas menos Ourense.
A priori, cuenta con más posibilidades que el otro aspirante a regidor, Gonzalo Pérez Jácome (8 concejales), quien reconoce que lograr ese puesto no depende de él, sino del apoyo de otras fuerzas, lo que previsiblemente no se producirá si, como ya anunciaron socialistas y Ourense en Común, su intención es votarse a sí mismos e instalarse en la oposición municipal, rechazando apoyos a la investidura y, desde luego, posibles pactos postelectorales. La "marea" (3 concejales) sólo se plantearía una abstención, en la constitución de la Corporación, el 13 de junio, para facilitar la elección, aunque todavía deberá resolver su papel ese día en reuniones internas que desarrollará en los próximos días; quiere, eso sí, dijo Miguel Doval, cabeza de cartel de la plataforma, que se garantice la gobernabilidad del Concello.
Barquero se vota a sí mismo
El socialista Vázquez Barquero no acepta otra opción que votarse a sí mismo; si, llegado el caso, Jácome le ofreciese un pacto -ambos sumarían 14 ediles, la mayoría absoluta-, sería para que el socialista fuese regidor (aunque no cree que vaya a producirse esa oferta), lo que el líder de DO descarta actualmente porque Jácome ha dicho que, si no es alcalde, se irá del Concello dejando la portavocía municipal a Armando Ojea, su segundo de a bordo. Tampoco prevé la "marea" un eventual respaldo de DO porque ha optado por la oposición y, además, Jácome no podría ser alcalde.
Superada probablemente la investidura en beneficio de Vázquez Abad -con las salvedades propias de que todo está abierto, quedan casi tres semanas para la investidura y los posibles acuerdos no se producirán hasta los últimos días-, llega el cómo, y eso puede ser (lo asume como una opción no descartable el candidato del PP) un gobierno en minoría con acuerdos puntuales con las demás fuerzas políticas.
O bien, un pacto de gobierno con la única fuerza que se mostraría dispuesta a una coalición, Democracia Ourensana; difícil llegar un acuerdo si la condición sine qua non de Jácome es ser alcalde y este punto no es negociable para el PP.
Así las cosas, Jesús Vázquez anunciaba ayer que liderará las rondas de conversaciones y negociaciones con las demás fuerzas políticas, a los que comenzará a citar a partir del fin de semana, y siempre, dice, con luz y taquígrafos, en aras de la "honestidad" y "transparencia" necesarias.
Será poco antes de la constitución de la Corporación cuando se despejen las primeras incógnitas sobre el futuro del gobierno local. Otra cosa son la asunción de responsabilidades en el caso de los partidos castigados o de los aplausos para los ganadores.
A este respecto, cabe destacar que la ejecutiva local del PSOE se reunirá esta tarde para evaluar los malos resultados de su candidatura, donde la número dos es precisamente la secretaria local; Vázquez Barquero aplaza hasta entonces la posible asunción, o no, de responsabilidades: "A ver que nos dice la militancia", señalaba ayer.
