Su historia es la de un chico al que el amor por la cocina le viene de casta. Sus abuelos regentaban una fonda en un pueblo de Girona y también sus padres se dedicaron toda su vida a la hostelería, con un restaurante especializado en menús del día.
Ahí comenzó la historia de los Roca, de los hermanos Josep, Joan y Jordi. El primero es jefe de cocina, se dedica a los platos principales. El segundo ejerce de sumiller y Jordi comenzó un coqueteo casual con la repostería que le ha llevado a ser uno de los confeccionistas de sobremesas más demandados. El Celler de Can Roca, que así se llama el local, está considerado uno de los mejores restaurantes del mundo y sus claves las explicó el pequeño del clan en el Centro Cultural de la Diputación. Familia, creatividad, respeto a la tradición y apuesta por la innovación son algunos de los puntos señalados por el repostero.
Entre las muchas recetas que han hecho famoso a Jordi Roca destacan un perfume elaborado sobre un postre y el logro de haber puesto sabor a un gol de Messi, porque la única televisión que habita en El Celler 'sólo se enciende cuando juega el Barça', afirmóRoca. Pero en Ourense trabajó sobre la castaña, demostrando que el don de la imaginación está de su parte.
El auditorio al que se enfrentaba era imponente y, de hecho, afirmó sentirse algo 'nervioso' por el amplio número de asistentes, que atendieron las minuciosas explicaciones y se asombraron con la magia de la cocina. Nadie perdió detalle de cada movimiento del catalán, gracias a unas pantallas que iban dando buena cuenta de la creación de las cuatro recetas que presentó. Cada una de las propuestas de Jordi Roca permitieron demostrar la infinita combinación de sabores, desde el cacao hasta la zanahoria, pasando por el cabello de ángel y terminando por unas aparentes castañas moldeadas con su forma, pero elaboradas a base de su propia crema.
Entre las muchas recetas que han hecho famoso a Jordi Roca destacan un perfume elaborado sobre un postre y el logro de haber puesto sabor a un gol de Messi, porque la única televisión que habita en El Celler 'sólo se enciende cuando juega el Barça', afirmóRoca. Pero en Ourense trabajó sobre la castaña, demostrando que el don de la imaginación está de su parte.
El auditorio al que se enfrentaba era imponente y, de hecho, afirmó sentirse algo 'nervioso' por el amplio número de asistentes, que atendieron las minuciosas explicaciones y se asombraron con la magia de la cocina. Nadie perdió detalle de cada movimiento del catalán, gracias a unas pantallas que iban dando buena cuenta de la creación de las cuatro recetas que presentó. Cada una de las propuestas de Jordi Roca permitieron demostrar la infinita combinación de sabores, desde el cacao hasta la zanahoria, pasando por el cabello de ángel y terminando por unas aparentes castañas moldeadas con su forma, pero elaboradas a base de su propia crema.
