Buena parte de las tiendas de la ciudad aprovecharon este domingo para abrir sus puertas. Fue el primer domingo comercial designado por la Consellería de Economía, Emprego e Industria, y se permitirá la apertura en todos los que restan de diciembre y también el día 3 de enero.
La calles del Paseo y de Santo Domingo, donde se vivió un ambiente más tranquilo durante la mañana, con el paso de las horas se fue llenando de clientes en la intención de aprovechar las últimas rebajas por el Black Friday de muchos establecimientos, gracias a la apertura dominical.
Desde el Centro Comercial Ponte Vella, su gerente, Marcos Vila, pondera la afluencia de público: "Es un año diferente, aunque no se llegue a niveles del año pasado, es muy aceptable. La gente se animó sobre todo a partir de las 12 del mediodía", explica. Las luces de Navidad del centro comercial llevan ya una semana encendidas: "Hay ambiente en las terrazas y también en el interior para ver la decoración". En el Ponte Vella, como en numerosos establecimientos del resto de la ciudad, finalizó ayer la celebración del Black Friday, y celebra Vila el éxito de la promoción de osos de peluche. Canjearon alrededor de seis mil.
El ourensano Daniel Pérez salió del centro comercial cargado de bolsas. Adelantaba así sus compras navideñas: "Si no, hasta febrero no hay más". Compra para él y para regalar: "Hay que aprovechar las ofertas, no es tiempo de derrochar". Le acompaña Stewert Rodríguez, quien estrena ya el jersey que se acaba de comprar, y también ha aprovechado las últimas rebajas del Black Friday para conseguir algunos regalos.
Toni Pérez aprovechó la mañana para comprar algo de ropa, "ya que no nos dejan tomar un café tranquilos, por lo menos comprar algo con la familia". Ha venido al Ponte Vella con el objetivo de evadirse junto a los suyos.
Diego Varela no sabía que muchos comercios estarían abiertos este domingo. "Fue coincidencia pura y dura", reconoce. Salió a dar un paseo y terminó aprovechando para comprar unas zapatillas para su sobrino, que está de cumpleaños.
Pepe Martínez es uno de los emblemas de la carrera popular de San Martiño, que este año no se ha podido celebrar debido al covid. Este veterano atleta, que empezó a correr con 30 años, participó en numerosas ediciones y logró completar los diez kilómetros de la San Martiño en 2018 con 81 años.
Ayer disfrutó del primer domingo con tiendas abiertas, esta vez cambiando la ropa de deporte por el traje: "Venimos a ver el centro comercial y hacer compras, no muchas pero sí unas pocas".
Adelantan también trabajos de cara a las navidades que ya se van acercando, "aunque las de este año van a ser muy diferentes, casi no se pueden llamar Navidad, un domingo cualquiera". Hacía mucho que no paseaba por el centro comercial: "Está muy bonito".