El celanovés fue casi testigo directo del asesinato de su mujer, Yackeline Salazar, en Venezuela
n n n "El 23 de agosto quedó marcado en mi vida, para toda mi existencia", aseguraba a este periódico el producto de cine y emigrante celanovés, José Sousa Gómez, que el martes fue testigo casi directo del asesinato de su esposa, la venezolana Yackeline Salazar, a las puertas de su casa situada en la urbanización Miranda, en Caracas (Venezuela).
Con una voz pausada y aún sobrepasado ante las numerosas muestras de cariño recibido por la sociedad venezolana y compañeros del audiovisual, la pareja lideraba lideraban la productora Xenón Films, José Sousa narraba ayer los duros instantes en los que se produjo el asesinato de su mujer. "Después de hacer unas diligencias, venía a buscarme para ir juntos al estreno de Más Allá. No oí la llegada del auto, pero si, de repente, tres cañonazos. Terrible, terrible. Salgo a la ventana y veo tres tipos que saltan la verja que da al parque y, al girar para la entrada, su auto chocado y el cristal roto", relataba Sousa sobre el que ha sido "el gran varapalo de mi vida".
Según recogían diferentes medios locales, Salazar fue tiroteada después de no hacer caso a tres individuos que le dieron el alto en el interior de la urbanización.
Alma mater
Natural de Venezuela y con 56 años, Yackeline y José tienen dos hijas en común, Andrea y Ana Patricia, y una productora, Xenón Films, con 37 películas a sus espaldas, siete de ellas las más taquilleras en Venezuela.
"Ella es el alma mater de Xenón Films", describía su marido,
Las condolencias por muerte se extendieron más allá del mundo del cine y el teatro. En la Hermandad Gallega de Caracas también expresaron su pesar por el asesinato de Salazar, quien acudía con frecuencia acompañando a su marido. Así lo aseguró ayer Benito Álvarez, amigo de la pareja y presidente entre 1989 y 1991, que estos días pasa sus vacaciones en su Celanova natal. "Es una gran pérdida a la que, lamentablemente, nos enfrentamos con frecuencia. Es el pan nuestro de cada día en el país", sentenciaba Álvarez.
Orígenes humildes en el Valle de Ramirás
"Desde que vi una película en el cine Regueiro de Celanova, quedé alucinado y me dije, esto tengo que hacerlo yo", recordaba sobre sus orígenes y su pasión por el cine José Sousa, natural de Ver, en el concello de Ramirás. En su aldea natal, la noticia del asesinato de su mujer conmocionó a los pocos vecinos que todavía mantienen su residencia en el lugar. "Fai tempo que non viñan, pero é xente moi sinxela e amable", comentaban dos mujeres de la parte baja del pueblo, donde aún está en pie la casa familiar. Su primo, Evencio Estévez, con quien se crio hasta que a los 14 años emigró a Caracas, y su mujer, Pilar Méndez, lamentaban el fatal suceso. "Esto es de no creer, aunque parece que ya la tenían amenazada. Ella era una persona muy importante y tiraba mucho de Pepe", comentaba Evencio, a lo que su mujer añadía que "ella era una persona muy ágil, trabajadora y muy positiva".
